Manolo el del Bombo cerrará su bar si sigue prohibido orientar la TV a la calle
Manuel Cáceres, más conocido como Manolo el del Bombo, ha asegurado que tiene previsto cerrar su popular bar de Valencia si continúa la prohibición de sacar u orientar los televisores hacia la calle. El seguidor número 1 de la Selección Española mantiene que ha visto reducida su clientela con esta medida regulada por una ordenanza municipal, algo en lo que también está influyendo la prohibición de fumar en el interior de los locales.
“La decisión es, si no se arregla, cerrarlo”, ha comentado a Europa Press Televisión el propietario del local, que ha afirmado estar “muy disgustado”, ya que su bar “lo conoce todo el mundo”, es lugar de concentración de aficionados y celebraciones, y “siempre ha ido bien”. “Puede que no sea ahora, sino dentro de cinco o seis meses, pero la decisión es, si no se arregla, cerrarlo”, insistió.
En este sentido, ha explicado que hace dos meses le comunicaron, junto a otros establecimientos de la zona, la existencia de una ordenanza municipal de 2009 que prohibía enfocar las televisiones al exterior del local, aunque estén dentro. Él giró sus televisores hacia el interior, lo que provocó un descenso de clientes, agudizado por la prohibición de fumar. “La gente viene, se toma una cerveza y se va”, señaló al respecto.
El “alma” de su local, según subraya, es la terraza, a la que acuden numerosos seguidores del fútbol para ver los partidos. “El público viene aquí a las 5 de la tarde y son las 11 y todavía están. Se toman un bocadillo y una cerveza y se lo pasan bien”, señala Manolo, que insiste en que con estas dos medidas “han hecho polvo al público, que se lo pasaba muy bien en la plaza, y al negocio, porque no funciona”.
Asimismo, ha manifestado que recientemente ha invertido 1.500 euros para poner alguna mesa y sillas más en el interior, pero esto es algo que, según cree, “no va a servir para nada”, porque la gente “no puede fumar” dentro y lo que quiere es ver los partidos en la terraza.
Manolo el del bombo –que sostiene que los vecinos le han comentado que ellos no han denunciado– agrega que, aunque no entren clientes, el bar sigue teniendo gastos. En este sentido, detalla que paga 500 euros por la televisión de pago, 900 euros de local, 2.400 por la terraza y 500 de luz, más los 1.300 euros de la camarera. Además, apunta, tenía otro empleado al que ha tenido que despedir.
“Es mucho dinero, no puedo cubrir estos gastos”, lamenta el popular aficionado, que añade que la gente “lo toma mal”. “Me dicen que cómo voy a cerrar este bar si lo conoce todo el mundo, pero si no cubro gastos, lo mejor es retirarse a tiempo”.
Finalmente, destaca que si cierra el bar podrá hacer otras cosas, pero que a la Selección Española no le va a obligar a “dejarla nadie”.