Toro Barba también logra “destino” para su esposa en la Vicepresidencia de Manuel Chaves
Pues ya son tres los casos relevantes. Mientras los funcionarios y laborales de las diferentes Administraciones Públicas españolas sufren un amargo calvario cuando necesitan solicitar un cambio de destino, pasando a formar parte de una lista, con requisitos, condiciones y exigencias, hay otros casos en los por arte de magia, a veces legal, un cónyuge o miembro de la pareja es nombrado alto cargo y casi inmediatamente, el otro, consigue el destino deseado.
En este caso, tratamos el caso de Antonio Toro Barba (en la imagen), nuevo director general del Servicio Estatal de Empleo, el que decía que el paro era bueno para Andalucía y diseñó el “cambiazo” de las cifras de paro. Primero fue el novio de Bibiana Aído. Luego la esposa de Zarrías. Y ahora, la cónyuge de Toro Barba.
Antonio Toro Barba ha conseguido que su señora, esposa, pareja o cónyuge, Isabel Quílez Mingote, sea trasladada a Madrid en comisión de servicio en la vicepresidencia tercera (Ministerio de Política Territorial y Administración Pública) que regenta Manuel Chaves. Al menos, lo que hemos sabido es que lo ha solicitado. Su destino según nos han informado en la vicepresidencia tercera sería una Consejería Técnica en la Subdirección General de Régimen Jurídico Autonómico del Ministerio de Chaves, algo que en realidad no tiene nada que ver con el trabajo que hasta ahora ha desarrollado. Su currículo es algo desconocido para el gran público.
En realidad, Quílez Mingote ocupaba un puesto de libre designación puesto que era Secretaria General de la Delegación del Servicio Andaluz de Empleo con un nivel 27 de la Administración en tiempos del consejero de Empleo Antonio Fernández. Tras su cese, se produjo la destitución de Quílez que deambuló por pasillos durante meses. Ahora, por Servicios Especiales, don Manuel Chaves y su equipo aceptan su incorporación a Madrid para que pueda estar cerca de su marido. A la ya ex secretaria general del SAE la llaman “la gran Isabel Quílez Mingote” por su temple fornido y echao palante y en efecto, ha logrado destino en Madrid, pocos meses después de ser nombrado su costilla director general en el Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Un episodio nada conocido de la pareja Toro Barba-Quílez es su actitud respecto a la administración paralela del PSOE en la Junta de Andalucía. Aun cuando tuvieron que aceptar el paso de los “paralelos” de la Fundación Andaluza de Fondo Formación(FAFFE) al Servicio Andaluz de Empleo, no parecían estar muy de acuerdo con la colocación masiva de los nuevos empleados en puestos claves o de cierta responsabilidad. Ello les valió que en ABC fueran mencionados varias veces en un foro de 2004 que anticipó los conflictos que hoy tienen los empleados públicos de Andalucía.
Recordemos ahora los otros dos casos de “juntamiento” por traslado o nombramiento ocurridos recientemente y de los que hemos tenido conocimiento. Primero, fue Bibiana Aido y luego Gaspar Zarrías en lo que en día llamamos “cadena de favores”. Como es sabido, el Delegado de la Junta de Andalucía en Madrid, puesto para el que fue designado Julián Martínez, novio de Bibiana, al poco tiempo de recalar ésta en el Ministerio de Igualdad.
Dado que su Delegación en Madrid dependía de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía y que ésta, en el momento de su nombramiento, estaba ocupada por Gaspar Zarrías, fue este, por sí o con su consentimiento el que propuso o aceptó su nombramiento.
Poco después Gaspar Zarrías fue destinado a Madrid en calidad de Secretario de Estado del nuevo Vicepresidente tercero del gobierno Zapatero, Manuel Chaves. Y miren por donde, la esposa de Zarrías, Germana Caballero López, apareció poco después como técnica en gestiones culturales del Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Igualdad.
Ahora, les ha tocado el turno a Toro Barba e Isabel Quílez gracias, cómo no, a don Manuel Chaves.
Ahora, este personaje es el nuevo Director de Relaciones Laborales del Servicio Andaluz de Salud. En esto consiste el negocio. Asqueroso, vomitivo.