La izquierda coloca a uno de los suyos al frente del Tribunal Constitucional
El sector progre aupó hoy a la presidencia del Tribunal Constitucional a Pascual Sala (Valencia, 1935), un magistrado que ya ocupó esta máxima responsabilidad entre 1990 y 1996 en el Tribunal Supremo y en el Consejo General del Poder Judicial. Sala ha cubierto el hueco dejado hace una semana por María Emilia Casas, que cesó como presidenta de la corte después de que el PSOE y el PP lograsen renovar el tercio del tribunal que corresponde al Senado después de tres años de bloqueo. Esta tarde, sobre las cinco, los miembros del pleno volverán a reunirse para designar al vicepresidente de la institución en una votación independiente.
El nuevo presidente se coloca al frente de un tribunal constituido por primera vez en su historia de manera “anormal”, ya que su pleno está compuesto por once miembros y no por los doce que marca la Constitución. La vacante dejada por el fallecimiento de Roberto García-Calvo en mayo de 2008 no ha sido cubierta aún por el Congreso por la misma falta de acuerdo entre los dos grandes partidos.
Sala es el primer presidente del Constitucional que viene de la carrera judicial, ya que hasta el momento todos sus predecesores eran catedráticos de diferentes disciplinas jurídicas. También es el primer jurista que logra reunir en su persona los tres principales altos cargos de la Justicia española: el CGPJ, el Supremo y el Constitucional.
Perfil progre
El perfil de Sala siempre ha estado marcado por el compromiso reformador. Durante la dictadura fue uno de los más destacados miembros de Justicia Democrática, la principal plataforma que, desde la judicatura, se oponía a Francisco Franco. Con la llegada de las libertades, pasó a engrosar la asociación Jueces por la Democracia, la más progresista del espectro de la siempre conservadora magistratura.
El salto a la primera línea de este magistrado, especialista en el orden Contencioso Administrativo, coincidió con la llegada de Felipe González al poder. A propuesta del PSOE fue nombrado consejero del Tribunal de Cuentas del Congreso de los Diputados. En sólo cuatro años llegó al Supremo, del que pasaría a ser presidente otros cuatro años más tarde.
Tras abandonar el alto tribunal y la presidencia del CGPJ, durante la que tuvo enfrentamientos con magistrados conservadores, el 8 de junio de 2004 fue elegido miembro del Tribunal Constitucional, siempre a propuesta del PSOE.
El sector progre aupó hoy a la presidencia del Tribunal Constitucional a Pascual Sala …, impresionante noticia merecedora de los tiempos más ignorantes de la humanidad. Un magistrado cualquiera que fuere ha de ser eso magistrado neutro a política alguna, este señor al parecer es progresista no lo desmiente y la sociedad lo considera normal… esto es una patochada al igual que la justicia que padece la humanidad por parte de unos pocos ilustrados en derechos que osan denominarse progresistas conservados o papista, ¡Por dios! un magistrado reitero ha de ser apolítico además de parecerlo. de pena
Ivanla