Rajoy critica a Zapatero por festejar que sea más difícil cobrar la pensión
Mariano Rajoy ha justificado esta mañana en Toledo la ausencia del PP en la firma del pacto social más relevante que se ha suscrito en España en los últimos 15 años. El líder de los populares no entiende el motivo que llevó al Gobierno a festejar en La Moncloa un acuerdo “que significa un endurecimiento del régimen de pensiones” con una nueva reforma “a medio plazo”, que entrará en vigor el 1 de enero de 2013.
Rajoy recomendó a José Luis Rodríguez Zapatero que en vez de “hacer propaganda” haga “pedagogía” y le diga “la verdad a los españoles” y, de paso, les explique qué ventajas tiene este pacto, “si es que las tiene” y cuáles son las razones que han generado la necesidad de una medida “que dificulta tener una pensión mejor”. El dirigente popular ha opinado que se ha llegado a esta situación “por lo mal que lo ha hecho” el Gobierno socialista en los últimos siete años.
Rajoy, no obstante, ha prometido que su formación será “constructiva” cuando este pacto social llegue hasta el Congreso en forma de Proyecto de Ley. El PP buscará el acuerdo entre todos “porque este es un tema muy serio de cara al futuro”.
La promesa del empleo
El presidente del PP ha anunciado que la principal promesa electoral del PP de cara a las elecciones locales, autonómicas y generales será la creación de empleo. “Sólo el empleo garantiza el futuro de las pensiones”, ha apostillado. Rajoy ha insistido en que el paro “no es una maldición bíblica ni se produce porque sí”. Ha responsabilizado directamente a la “pésima gestión económica” de José Luis Rodríguez Zapatero de lo que está pasando en España. “Pensaron -en alusión al Ejecutivo socialista- que aquí se podía vivir hablando de talante y de ciudadanía y han sido incapaces de defender los intereses de su país”.
Rajoy ha eludido hablar directamente de la visita que la canciller Alemana, Angela Merkel, pero ha enfatizado que su partido quiere que los españoles vuelvan a sentirse orgullosos de su país y que no les acusen, entre otras cuestiones, de “poner en peligro” la viabilidad del euro.