Padres para ser lapidados
La ley de Educación para la Ciudadanía instaurada por este gobierno es fruto de dictadores, cuyo fin es el adoctrinamiento de nuestros hijos. La política, toda la política, es simple y llanamente doctrina.
Doctrinas como la que nos ocupa cercena la legalidad absoluta de los Progenitores a educar a sus hijos en el respeto hacia los demás y sobre todo, en el respeto a su propia vida. Todo aquel ser humano, por muy imberbe que sea, con capacidad de fecundar tiene el deber inalienable de asumir sus responsabilidades. Responsabilidades que únicamente les afectan a ellos. Pues sólo quien concibe una nueva vida a sabiendas que la concibe o la puede concebir, es responsable íntegramente mientras viva, de esa vida.
Desgraciadamente para la humana humanidad, existe un colectivo denominado legislativo cuyos ilustres juristas avalan que es de justicia que toda minoría de edad sea sinónimo de una determinada impunidad.
La actual Ley del menor es un ejemplo palpable. La legislación española, invento filosófico de los más poderosos o lo que es lo mismo de los menos expuestos a padecer las insidias de los asesinos y violadores entre otras lacras sociales, ignora la más elemental de las lógicas al ratificar que un Menor es aquel cuya edad sea inferior a dieciocho años en este caso. Sus amorfas perspectivas mentales sobre lo que en verdad es lógica justicia, profesan ante todo el derecho desdeñando el propio hecho en sí. Es decir, la innegable realidad de que las menorías o mayorías mentales no corresponden siempre con la edad del individuo. Y es lógica que quien tiene la suficiente capacidad para violar o asesinar a conciencia de que lo hace, posee la misma capacidad para pagar por sus actos independientemente de su edad. En definitiva en la actual sociedad hay asesinos que no son precisamente adultos a los cuales se les trata como víctimas en virtud de los argumentos demagogos de una banda, que dosifica justicia mediante la sangre derramada de los demás.
Volviendo al tema principal, la ley para la Educación de la Ciudadanía, es impuesta por el gobierno con el único objetivo de adoctrinar a los jóvenes, futuro de la humanidad, a sus sodomíticos ideales progresistas; a saber, el asesinato de los seres humanos concebidos; ley del aborto, desprecio a la concordia entre los pueblos; ley de la memoria histórica, desafección a la Nación; Estatut, aniquilación del la familia tradicional, pilar básico de la Sociedad, incluso, en mi opinión, el fomento de la pedofilia. Me remito a los videos que determinados feministas y otros palanganeros, editaron con el dinero de todos, donde un adulto, bigote incluido, “trajinaba” literalmente a un menor. Repito, en mi opinión se trata de pura pedofilia, y me atrevo a decir que en la de cualquier ser humano cuya reflexión personal no esté sometida a fanáticos ideales.
Esta infame educación es lo que pretende el gobierno enseñar a nuestros hijos, es decir lo contrario que un Progenitor, no confundir con padre, desea para sus hijos.
Muchos se preguntarán cómo es posible que el antaño valiente pueblo español “trague” con esta macabra ley… Pues bien, yo sé la respuesta.
Veamos, la actual humanidad está compuesta por padres y Progenitores.
Es vital, aunque parezca lo mismo, no confundir padres con Progenitores ya que la diferencia entre unos y otros es abismal.
Padre puede ser cualquiera con capacidad de engendrar, mientras que Progenitores auténticos pilares de la Familia, son aquellos que sobre manera educan a sus recién nacidos respetando su neutro corazón, no hay que olvidar que la recién vida, es pura esencia neutra exenta de interés o maldad alguna.
El recién nacido no tiene preferencia alguna, es neutro a toda idea o concepto exceptuando únicamente el sexo ya que el mismo es inalterable al ser congénito.
El Progenitor evita trasmitir a la recién vida, reyertas, ideales, ídolos, historias, credos y otras políticas interesadas y partidistas. El progenitor desdeña por ser falso e interesado todo aquello que nos separa, es decir, nada en lo esencial, inculcándole lo absoluto que nos une.
El primer deber de todo Progenitor es prevenir a sus hijos de que cohabitar sin las medidas oportunas puede producir además de determinadas enfermedades, Vida, es decir, el mayor Don del Universo.
En definitiva, los Progenitores educan exclusivamente a sus hijos dejando para la sociedad únicamente las enseñanzas, mientras que los simples padres trasmiten sus hijos a otros, además de hacerles partícipes de sus propias defecaciones mentales aleccionándoles sobre quienes son los buenos y los malos. Las banderas gloriosas y las blasfemas. Los bellos himnos propios y los execrables ajenos. La honorable historia de la “raza” propia y la despreciable del ajeno. En resumen, todo un compendio de odio y fanatismo, auténticas lacras generadores de todas las beligerancias humanas.
La despótica ley de la Educación para la Ciudadanía, al igual que el aborto voluntario sin consentimiento de los Progenitores, es fruto de la utilización por parte del gobierno de la dejadez de muchos padres que “pasan” por comodidad, devoción u omisión de sus hijos, además de la complicidad de ciertos medios informativos financiados por el gobierno, luego afines a sus ideales. Estas dos leyes en particular son propias de un liberalismo execrable que lo único que pretenden es liberar a los de por sí ya deliberados humanos, de la ineludible obligación que todo ser vivo tiene con la vida y el universo.
Personalmente no tengo duda de que el pueblo español carece de la capacidad suficiente para revocar las insidias de este despótico e inútil gobierno. El pueblo que carece de iniciativa es un pueblo preso de sus propias desidias. Precisamente por eso, en la actualidad, ya casi extintos los Progenitores, sólo quedan padres para lapidar el futuro de toda la raza humana.
Para ser lapidados, para que te metan en la trena por la cara si hieres el ego de tu ex, para que le sirvas de cajero automático a la garrapata de tuex de por vida si no no te deja ver a tus hijos y etc y etc y la madre que pario a los sociatas y …
No cabe duda que algunos menores se han amparado en la legislación para “reirse” después de cometer un crimen con premeditación. Lamentablemente como bien indicas, lo más triste, es que el pueblo no tiene la conciencia de si mismo para cambiar la situación, o quizá sea que aún no nos han tocado el vicio
No esta mal su articulo caballero, le felicito por sus pensamientos tan analiticos sobre la sociedad actual.
Si todos nos parasemos a pensar como ha hecho usted…cuantas cosas mejorarian.
Saludos
Magnífico artículo, José Luis.
Estoy totalmente de acuerdo con usted.