Gadafi asegura que está en Trípoli y no en Venezuela
La televisión estatal libia ha mostrado esta noche cerca de 30 segundos de imágenes del líder libio, Muamar Gadafi, que ha afirmado que está en Trípoli “y no en Venezuela, contrariamente a lo que afirman las emisoras de los perros”. En las imágenes, Gadafi aparece bajo un paraguas dentro de un coche desvencijado en las ruinas de una de sus casas en Trípoli bombardeada por Estados Unidos en 1986 y convertida ahora en una especie de museo que el régimen denomina ‘Casa de la Resistencia’.
“Yo circulé hoy por la plaza Verde (en el centro de Trípoli), yo estoy aquí y no en Venezuela, contrariamente a lo que afirman las emisoras de los perros”, manifiesta el líder libio a un periodista que parece entrevistarle en las fugaces imágenes difundidas por la televisión estatal.
Poco antes, el canal de televisión oficial había anunciado que transmitiría un discurso de Gadafi “en directo”, lo que “desmiente todos los rumores”. Sin embargo, el anunciado discurso se ha reducido a esas fugaces imágenes del dictador libio sentado en un coche desvencijado y cubierto por un gran paraguas. En la residencia destruida por los bombardeos de la aviación estadounidense en 1986 murió uno de los hijos de Gadafi y desde entonces el ‘guía’ ha convertido sus ruinas en una suerte de museo que suele mostrar a los jefes de Estado extranjeros que visitan Trípoli. La televisión estatal ha exhibido las imágenes del gobernante libio solo en un par de ocasiones, mientras que mantiene continuamente un rótulo en pantalla que afirma que Gadafi “desmiente todos los rumores”.
La aparición de Gadafi se produce después de que el ministro de Exteriores británico, Willam Hague, sugiriese que el líder líbio habría abandonado ya el país rumbo a Venezuela. “No tengo información que diga que está allí, pero he visto alguna información que sugiere que está de camino en este momento”, declaró Hague al término de la reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete en Bruselas. Una información que se apresuraron a desmentir Caracas y Trípoli.
Mientras tanto, la situación en la capital de Libia es de máxima tensión. Los cadáveres se amontonan en las calles mientras continúan los disparos en las calles de Trípoli después de que la aviación libia, fiel a Muamar Gadafi, haya disparado contra los manifestantes que reclamaban la caída del régimen, según ha informado la cadena de televisión qatarí Al Jazeera. El canal, que cita a habitantes de la ciudad, no precisa las zonas exactas ni los barrios que han sido bombardeados, aunque sí indica que los bombardeos han sido “intensos”.
La misma fuente señala que, además, la capital está “sitiada” por hombres armados que circulan en vehículos y abren fuego sobre civiles. Sin embargo, Seif el Islam, hijo del líder libio, ha sostenido que los aviones de las fuerzas armadas del país han bombardeado depósitos de armas situados lejos de las zonas urbanas y ha negado que hayan lanzado bombas sobre la población. “No hay verdad en la información sobre un ataque de las fuerzas armadas contra Trípoli y Benghazi”, ha asegurado, según la agencia oficial de noticias Jana.
Cada vez más acorralado
Al Jazeera apuntó que el bombardeo ocurrió poco tiempo después de que todas las comunicaciones telefónicas fuesen sido cortadas súbitamente. La cadena afirma también que dos pilotos se han negado a lanzar sus bombas sobre los manifestantes de Trípoli y han preferido huir y aterrizar en un aeropuerto de Malta. La misma cadena asegura que un grupo de oficiales del Ejército libio han urgido en un comunicado dirigido a los soldados que “se sumen al pueblo” y contribuyan a la marcha del mandatario. Esos oficiales han pedido al resto de efectivos militares que marchen hacia la capital del país, Trípoli, para añadir presión sobre Gadafi.
El bombardeo sobre Trípoli tenía lugar menos de una hora después de la difusión por la televisión de Estado libia de un mensaje con el rótulo de “urgente” que parecía emanar del comando de las Fuerzas Armadas. Ese mensaje anunciaba el principio de una operación contra los lugares donde se encuentran “los autores de actos de destrucción y sabotaje”. El mismo mensaje apelaba a la población a mantenerse vigilante ante las “bandas organizadas” y a colaborar con las fuerzas del orden en todo el país. La televisión estatal indicó que esta operación ha causado “varios muertos”, pero no dio más detalles. Los ataques aéreos perpetrados por aviones militares libios también se han producido en otras ciudades como Misratah y Az Zawaziya, según han informado testigos a Al Jazeera.
Seif El Islam ha creado, según la televisión estatal, una comisión de investigación sobre la situación que vive el país desde el pasado martes. Esta comisión estará presidida por un juez libio y tendrá entre sus miembros a representantes de organizaciones de defensa de derechos humanos locales y extranjeras. Su misión será determinar “las circunstancias y las razones” de la pérdida de vidas humanas “durante los tristes acontecimientos en curso”, según Libya TV.
A pesar de lo contradictorio de algunas informaciones, lo que está claro es que Gadafi se encuentra cada vez más acorralado y menos respaldado por su propio Gabinete. El ministro libio de Justicia, Mustafa Abdeljalil, ha dimitido en protesta por la “sangrienta situación” de su país mientras que el ministro de Estado libio encargado de Emigracion y de la Comunidad Extranjera, Ali Errichi ha pedido formalmente al líder libio que abandone el poder. La situación ha empeorado aún más para el dictador libio después de que una coalición de líderes musulmanes haya hecho un llamamiento a todos los creyentes a rebelarse contra el régimen por sus “sangrientos crímenes contra la Humanidad”.
Violencia en Yemen, Marruecos, Bahréin y Argelia
Las protestas siguen salpicando a otros países del norte de África. En Marruecos, tras los cinco muertos carbonizados que se produjeron en una sucursal bancaria en Alhucemas atacada por manifestantes durante las protestas, ayer se informó de al menos cinco heridos en una carga policial en Rabat. Agentes antidisturbios de las fuerzas de seguridad marroquíes impidieron por la fuerza la celebración de una concentración en favor de una “constitución democrática” en esa ciudad. La presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, Jadiya Riyadi, tuvo que ser trasladada en ambulancia a un hospital por los traumatismos sufridos tras recibir numerosos golpes de las fuerzas de seguridad.
En Yemen, el presidente, Ali Abdalá Saleh, ha insistido en que un cambio de régimen es inaceptable y ha invitado a la oposición a sumarse a un gobierno de unidad nacional. “¿Qué quieren los manifestantes? Si quieren cambiar el régimen como en Egipto y Túnez eso es inaceptable, pero si quieren pueden hacerlo a través de las urnas”, dijo en una rueda de prensa Saleh, en el poder desde la unificación del norte y el sur del Yemen, en 1990.
Por su parte, Túnez, un poco más calmado, ha solicitado oficialmente a Arabia Saudí la extradición de Leila Trabelsi, esposa del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí, según informó una fuente del Ministerio de Exteriores a la agencia oficial tunecina TAP. El Gobierno de transición tunecino había pedido ya el domingo a Arabia Saudí la extradición de Ben Alí, implicado, según TAP, en “numerosos y graves crímenes” y en haber incitado a los tunecinos “a matarse entre ellos”.
Algo parecido ha ocurrido también en Egipto, donde la Fiscalía General ha solicitado al Ministerio de Asuntos Exteriores la congelación de las cuentas que tiene fuera del país el expresidente Mubarak. El fiscal general, Abdelmeguid Mahmud, ha pedido también la congelación de las cuentas de la esposa de Mubarak, Suzanne, y de sus dos hijos, Alaa y Gamal, así como de sus esposas.
En cuanto a Bahrein, un manifestante murió ayer en un hospital en Manama a consecuencia de las heridas causadas por los disparos efectuados el viernes por el Ejército cerca de la plaza Lulu, en el centro de la capital. El presidente de la Asociación de la Juventud Bahreiní para los Derechos Humanos, Mohamed al Maskati, precisó que el hombre, de 32 años, falleció en el centro hospitalario de Al Salmaniya, el principal de Manama. Desde el comienzo de las protestas contra el régimen bahreiní, el pasado 14 de febrero, al menos siete personas han muerto.
Las principales petroleras que operan en Libia, como BP, Statoil, Eni, Total o Repsol, han comenzado a evacuar a sus trabajadores expatriados ante la creciente tensión en el país norteafricano. Todas estas tensiones provocaron ayer que el barril de Brent cerrara al alza en el mercado de futuros de Londres, con una subida del 3,14%, hasta los 105,74 dólares, a raíz de las tensiones políticas en Libia.
Joder con el Socialista, lo quieren votar y lanza al ejercito contra su pueblo. Todos son iguales?.