Objetivo, camuflar la crisis: Rechazo general a la nueva ocurrencia del Gobierno de reducir la velocidad en las autovías
El anuncio de la reducción de la velocidad a 110 kilómetros por hora en las autovías suscitó un rechazo feroz del PP, el respaldo de las organizaciones de consumidores, ecologistas y asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico y la división de opiniones entre las de automovilistas.
El vicesecretario de Comunicación de los populares, Esteban González Pons, calificó la medida de «soviética», y propia de un país como Cuba, pero a la que los españoles «no estamos acostumbrados». Afirmó que socava la libertad de las personas y anunció que su partido impulsará campañas para «luchar por ella». El portavoz popular en la comisión de Seguridad Vial del Congreso, Federico Souviron, sostuvo que se trata del «último disparate» del Gobierno que, en su opinión, no puede estar «meditado».
Desde Izquierda Unida mostraron escepticismo. Su líder, Cayo Lara, se mostró convencido de que «nadie se cree que la gente va a circular a 110 kilómetros por hora». Se trata, añadió, de «una ocurrencia» con el objetivo de recaudar más con las multas antes que ahorrar en consumo de gasóleo y gasolina.
Los clubes de automovilistas no fueron tan radicales, pero tampoco se mostraron satisfechos. El Real Automóvil Club de España reclamó que la duración de la restricción sea «lo más breve posible» y puso en duda que sirva para un ahorro energético. Automovilistas Europeos Asociados apuntó que es una medida «precipitada» que el Gobierno no ha medido bien y solo va a lograr que crezcan las sanciones a los conductores.
La portavoz del Comisariado Europeo del Automóvil, Lorena Martín, bajó al terreno práctico: «conducir a 110 por hora en cuarta contamina y consume más que hacerlo a 150 por hora en quinta».
Los ecologistas, en cambio, ven insuficiente la reducción. Ecologistas en Acción afirmó que mayor eficiencia en el ahorro se consigue a 90 kilómetros por hora, pero consideró que se trata de un buen paso porque reducirá la siniestralidad y el efecto invernadero. Greenpeace lamentó que se trate de una reducción de velocidad transitoria con la que el Gobierno pierde la oportunidad de reducir más su dependencia del petróleo. Lo adecuado, según esta organización, es que hubiera sido una decisión para siempre.
La asociación de consumidores Facua también vio «insuficiente» la medida porque solo afecta al comportamiento del conductor, pero no impide que las petroleras frenen las subidas «especulativas» del carburante. También consideró que la medida tendría más impacto si estuviera acompañada de campañas que estimulen el uso del transporte público y la reducción del privado.
Se trata, por su parte, de una «muy buena noticia» para las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico. La Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes señaló que beneficia tanto la seguridad vial como para el medio ambiente. La asociación Prevención de Accidentes de Tráfico puntualizó que solo con una reducción de la velocidad de ocho kilómetros por hora, los accidentes mortales en la carretera mermarían entre el 30 y 45%.
¿Para ahorrar?, en todo caso sera para recaudar.
No los coches de los demas pero el mio, gasta mas cuando voy por la ciudad que a 120 por la autopista.
queria decir: y ME COMPRO una carreta
ecolojetas en acción: sois BASURA Y ADEMAS, MENTIROSOS…. a 90…. si claro, y me carreta…. y digo, sin preocupados habeis estado por los humos, PORQUE NO ADVERTISTEIS DEL PELIGRO DE MASIFICAR COMO SE HA ECHO EL USO DE LOS COCHES DIESEL?????? Eso no verdad???