Fernando Alonso ha aprovechado una comida organizada por el Banco Santander para criticar duramente la imposición del Gobierno de los 110 km/h en autovías y autopistas: “No soy partidario. Para ahorrar consumo hay otras medidas bastante más eficaces que éstas y para ahorrar contaminación, que es el problema base que tenemos también como por ejemplo restringir el tráfico en las ciudades en función de las matrículas pares o impares”. Dice que, incluso, ve peligroso ir a esa velocidad: “A 110 kilómetros por hora, en cuanto a la atención, es incluso difícil mantenerse despierto”.

Habló también acerca de las modificaciones del Campeonato, por la cancelación del GP de Bahrein y no cree que modifique la preparación de las escuderías: “No hay ninguna quiniela. Nadie sabe cómo están los demás, no sabemos dónde están nuestros rivales. Algunos tienen que mejorar, otros aumentar su fiabilidad, pero no habrá cambios de cómo hubieran estado en Bahrein a cómo estarán en Australia”, indicó.

Por otra parte, tampoco quiso desvelar el potencial de su monoplaza: “El Ferrari ahora está en Maranello y la semana que viene en Barcelona. Ojalá supiésemos cuál es nuestra velocidad. Ahora influyen muchos factores en los entrenamientos. Si es rápido lo sabremos en Australia”, comentó con cierta ironía. En cualquier caso, apuesta por esperar a que comience el Mundial para ir viendo el potencial de cada uno: “Hay que esperar a ver qué pasa en Australia para ver dónde están los rivales. Si Mercedes va bien, al que más respeto y admiro es a Schumacher”.

Además, lamentó que los Pirelli duren pocas vueltas y está convencido de que eso obligará a apostar por estrategias a “tres y cuatro paradas”, aunque confía en ser capaz de aguantar con los neumáticos más que sus rivales, no cree que sea capaz de evitarse un ‘pit-stop’.