Los ‘juguetes’ sexuales, ¿sólo para los humanos?
¿De verdad considera que los homo sapiens son la especie animal más avanzada? The Times afirma, que ese egocentrismo de los humanos ya se tambaleó en 1960 cuando la famosa primatóloga Jane Goodall fue testigo ocular, de un comportamiento bastante inesperado por parte un chimpancé salvaje, cuando el animal introdujo un palo de un árbol (previamente cortado y deshojado) en un agujero de un termitero para sacar termitas y así comérselas. Con este descubrimiento, la científica demostró que el concepto que hasta entonces se tenía de que la especie humana era la única que fabricaba y usaba herramientas era falso.
Más tarde en 1992 William C. McGrew, en su libro ‘Chimpanzee Material Cultures’, recogió unos 20 tipos de ‘herramientas’ de los primates, enumerando tales actividades donde estas les puedan ser útiles como: la búsqueda de alimento, el mantenimiento de existencias, la socialización, el sexo… Un momento, ¿el último?
Que los chimpancés usen las herramientas para ‘ganarse el pan’ de cada día ya no causa tanto asombro, pero que lo usen para aumentar el placer sexual sí que podría calificarse como algo innovador, según Times.
Por supuesto que no se trata de objetos tan ‘avanzados’ como los consoladores o los vibradores (‘propiedad intelectual’ de los humanos). Según el Dr.McGrew de la Univeridad de Cambridge la herramienta sexual para los primates es una simple hoja, mejor dicho una hoja seca que al frotar produce un ruido distintivo que atrae a los miembros del sexo opuesto.
Los machos suelen utilizar ese peculiar método para atraer la atención de las hembras en el momento que estén más ‘excitados’. Según el Dr. McGrew “algunas veces necesitan hasta una media docena de tales hojas para que la hembra les haga caso y se acerque hacia ellos, si es que también siente algún interés”.
Esto una vez más demuestra que los parientes más próximos al ser humano, con el que comparten el 98% de su código genético, distan de nosotros mucho menos de lo que creemos en realidad. Y parece que todavía no son todas las semejanzas reveladas entre el hombre y el chimpancé.
Sin embargo, incluso si los últimos consiguiesen fabricar y usar todos los objetos que nosotros, los humanos, consideramos como plenamente ‘nuestros’, nunca podrían llegar a ser tan ingeniosos a la hora de venderlos o, mejor dicho, distribuirlos. En eso, según nytimes.com, seguimos siendo sin duda la ‘raza suprema‘. Así por ejemplo tal ‘juguete sexual’ como el vibrador (según otro estudio estadounidense) resulta ser uno de los ‘enseres de casa’ más vendidos en gran parte del mundo de los humanos.