La pareja vetada para adoptar hijos por sus convicciones cristianas no apelará el fallo de los jueces masones de Inglaterra por no disponer del dinero necesario
Los esposos Eunice y Owen Johns no apelarán el fallo de los jueces masones de Nottingham que debido a sus convicciones morales y cristianas sobre la homosexualidad los veta como padres sustitutos, ya que todo indica que perderían el caso y no cuentan con el dinero para pagar la cuantiosa reparación económica a sus demandantes.
Una corte local decidió que los Johns, cristianos pentecostales de 62 y 65 años de edad, no califican para criar a niños que necesitan de una familia temporal, porque tienen la convicción de que el “estilo de vida homosexual” no es aceptable.
Los esposos, que viven en la ciudad de Derby han cuidado en el pasado a 15 niños como padres sustitutos. Es decir que, no los adoptaban pero los criaban temporalmente como si fueran sus hijos.
Un trabajador social los llevó ante la corte aduciendo al conocer la perspectiva cristiana de la pareja sobre el estilo de vida homosexual.
La corte decidió que la visión de esta pareja cristiana sobre la sexualidad es “hostil a los intereses de los niños”.
Si pierden la apelación, la ley inglesa obligaría a los Johns a pagar los honorarios legales de sus demandantes. Para los esposos, hay un evidente compromiso del poder judicial de mantener el veredicto anti-cristiano.
El abogado de los Johns, Paul Diamond, dijo a ACI Prensa que los cristianos deben aprender una lección de la sentencia, y de la historia reciente de Inglaterra.
“En el Reino Unido, estas leyes de igualdad operan como un programa muy anti-cristiano. Las personas están en riesgo de perder sus puestos de trabajo por llevar una cruz. Las personas que dicen lo más mínimo en favor de la familia tradicional, pueden perder sus puestos de trabajo” acusados de “sexistas” y “homofóbicos”.
“Todo lo que queremos hacer es ofrecer un hogar lleno de amor a un niño necesitado. Tenemos un buen récord como padres sustitutos, pero como somos cristianos con una ética sexual, aparentemente no somos lo suficientemente buenos”, señaló Eunice Johns.
“Los jueces -denunció- sugieren que nuestra perspectiva puede dañar a los niños. La Comisión de Igualdad y Derechos Humanos nos ha dicho que nuestras convicciones podrían ‘infectar’ a los pequeños pero no creemos que eso sea así”.