El DIG
Cuando (en el cretácico) yo era concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, muchos madrileños (España ha sido siempre una tierra plagada de inventores) nos traían ideas que –según ellos- servirían para resolver los más intrincados problemas urbanos, desde la contaminación al tráfico, pasando por la alimentación de los osos panda. Múltiples aficionados nos ofrecieron mecanismos infalibles para conseguir el movimiento continuo… y poco les importaba a estos inventores la existencia del muy molesto segundo principio de la termodinámica. Tengo en mi memoria un modelo ideado por un modesto empresario que –según él- permitiría eliminar todos los semáforos de la Villa y Corte sin riesgo posterior alguno para los viandantes ni para los automovilistas.
Cuando alguien nos venía con ese tipo de recados, los concejales lo recibíamos y después lo comentábamos entre nosotros de esta guisa: “Me ha venido a ver otro miembro del DIG”. ¿Y qué era el DIG? Obvio es decirlo: el Departamento de Ideas Geniales.
Se sabe que en los años cuarenta un individuo consiguió entrevistarse con Francisco Franco y le vendió la siguiente motocicleta (sin manillar): “Se puede fabricar gasolina mezclando agua con un producto de mi invención”… Aunque parezca mentira, Franco se lo tomó en serio y pidió a los expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que estudiaran el asunto.
Mas como el hombre es el único animal que no aprende en cabeza ajena, el DIG sigue vivo y no para de suministrar soluciones imaginativas para resolver el problema energético, trabajando a tiempo completo al servicio del Gobierno actual, que consume “ideas geniales” a un ritmo y velocidad que no alcanzará nunca Fernando Alonso subido en su Ferrari. No lo duden, es el DIG quien ha propuesto las últimas medidas: bajar la velocidad máxima en autopistas y autovías, cambiar las bombillas… Y ya saben, el último en salir que apague la luz.
Los productos del DIG no solucionarán nada, pero dan mucho que hablar. Y de eso se trata, de “que hablen de uno aunque sea mal”.