Europa League.- Golpe de autoridad del Villarreal en Leverkusen (2-3)
El Villarreal empezó con fuerza la ida de los octavos de final de la ‘Europa League’. Una victoria donde el Bayer fue superior en juego, pero no en eficacia. Juan Carlos Garrido sacó un once pensando más en las rotaciones y el plan casi le salió mal. Salió sin Cazorla ni Nilmar, pero con Wakaso. La confusión en la plantilla por las novedades la aprovechó el Bayer Leverkusen para hacerse dueño del partido. En veinte minutos los alemanes pusieron hasta en tres claras ocasiones en apuros a Diego López. Derdiyok, Vidal y Renato fueron un quebradero de cabeza para los centrales amarillos.
Musacchio tardó poco en ser amonestado por una dura entrada, ya que se veía sobrepasado. Catalá y Gonzalo no daban abasto en las ayudas defensivas. En cuanto a lo ofensivo, sin noticas de Rossi ni Borja Valero. Marchena tiraba más de dureza que de estrategia. Y mientras sucedía este desbarajuste, el lateral checo de los teutones, Kadlec, lanzó un potente disparo desde la frontal del área para sorprender al portero español.
Cuando peor se ponían las cosas con el 1-0, apareció la figura del patrón de la localidad castellonense, San Pascual Baylón. Porque una protesta por una entrada de Wakaso, auspiciada por Jupp Heynckes desde el banquillo, la siguieron los once del Bayer. Entonces, entre el caos, Bruno se sacó un pase magistral de sus botas para que Rossi marcara ante el desconcierto del Leverkusen. Todo pasó tan rápido que aún había entre el rival quien seguía protestando sin saber qué había pasado.
A la vuelta de los vestuarios el panorama continuó igual para los de La Plana. Garrido no daba con la tecla correcta y Diego López se ganaba una prima en su sueldo. La entrada de Cazorla dio más presencia a los villarrealenses, aunque todo era relativo. Un gol anulado a Kiessling por fuera de juego fue la antesala de la remontada de los castellonenses. Nilmar, que acababa de entrar, aprovechó unos rechaces dentro del área para marcar ante el estupor de la gélida grada alemana. Pero poco duró la alegría, ya que en la jugada siguiente Castro notó el empate. Una mala aplicación defensiva castellonense sentenció al cancerbero madrileño madrileño.
El cansancio pudo con ambos equipos en el tramo final, pero en ese momento apareció el mejor Nilmar. La magia del brasileño, quien el minuto cuatro de descuento dio la victoria final a los suyos. Un 2-3, que pone pie y medio en la siguiente ronda a los de Garrido. Y aún queda una última esperanza al Villarreal: siempre que ha marcado fuera de casa en competición europea, al final ha acabado pasando de ronda. La vuelta se verá si no es excepción.