Gaddafi quiso nacionalizar en 2009 petroleras de EEUU, Reino Unido, Canadá, Alemania, Noruega, España e Italia
El líder libio planteó la nacionalización de las compañías petroleras de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Noruega, Canadá e Italia en el año 2009. El 25 de enero de 2009, Muammar Al Gaddafi anunció que su país estaba estudiando la nacionalización de empresas extranjeras debido a la bajada de los precios del petróleo.
“Los países exportadores de petróleo deberían optar por la nacionalización debido a la rápida caída de los precios del crudo. Hay que poner el tema sobre la mesa y discutirlo seriamente”, afirmó Gaddafi. “El petróleo debería ser propiedad del Estado en este momento, así podríamos controlar mejor los precios mediante el incremento o la disminución en la producción”, dijo el líder libio.
Estas declaraciones preocuparon a las principales empresas extranjeras que operan en Libia: la anglo-holandesa Shell, la británica British Petroleum, las estadounidenses ExxonMobil, Hess Corp, Marathon Oil, Occidental Petroleum y ConocoPhillips, la española Repsol, la alemana Wintershall, la austríaca OMV, la noruega Statoil, la italiana Eni y la canadiense Petro Canadá.
En 2008, la empresa petrolera estatal Libyan National Oil, ya elaboró un informe sobre el tema en el que altos funcionarios sugerían modificar los acuerdos de producción compartida con las empresas extranjeras para aumentar así los ingresos del Estado. Fruto de estos cambios en los contratos, Libia ganó 5.400 millones de dólares en ingresos petroleros adicionales.
El 16 de febrero de 2009 Gaddafi dió un paso más allá e hizo un llamamiento a los libios a respaldar su propuesta de desmantelar el Gobierno y dar la riqueza petrolera directamente a los 5 millones de habitantes del país.
Sin embargo, su plan para entregar los ingresos del petróleo directamente a los libios tropezó con la oposición de altos funcionarios, que podrían perder sus puestos de trabajo debido a un plan paralelo de Gaddafi para limpiar al Estado de corrupción. Algunos funcionarios, entre ellos el Primer Ministro Al-Baghdadi Ali al-Mahmoudi y Farhat Omar Bin Guidara, del Banco Central, dijeron a Gaddafi que la medida podría perjudicar a largo plazo la economía del país debido a la “fuga de capitales”. “No tengais miedo a redistribuir directamente el dinero del petróleo y a crear estructuras de gobierno más justas y que respondan a los intereses del pueblo”, dijo Gaddafi en un Comité Popular.
Los Comités Populares son la columna vertebral de Libia. A través de ellos los ciudadanos son representados a nivel de distritos. “La Administración ha fracasado y la economía del Estado ha fallado. Ya es suficiente. La solución pasa por que los libios reciban directamente los ingresos del petróleo y decidan qué hacer con ellos”, dijo Gaddafi en un discurso transmitido por la televisión estatal. Para ello, el líder libio instó a una reforma radical de la burocracia del gobierno.
Pese a ello, finalmente, altos funcionarios del Gobierno libio votaron por retrasar los planes de Gaddafi. Sólo 64 ministros de un total de 468 que integran el Comité Popular votaron a favor de esa medida. 251 vieron positivas las medidas pero optaron por demorar su ejecución.
Ante el rechazo del Comité, Gaddafi afirmó ante un acto público: “Mi sueño durante todos estos años era dar el poder y la riqueza directamente al pueblo”.