Gran Wyoming admite que la prensa mentía menos en la época de Franco
El Gran Wyoming cumple un lustro al frente de El intermedio, el espacio de La Sexta que analiza la actualidad a través de los medios de comunicación, un sector en el que se dan situaciones “que nunca había visto, ni en la época de Franco”, como la de publicar noticias falsas, asegura el presentador.
“Una cosa es ocultar la información y otra dar noticias a sabiendas de que son falsas, como ocurre continuamente”, asegura el músico, presentador y actor José Miguel Monzón, El Gran Wyoming, uno de los rostros más populares de la cadena, que el próximo 27 marzo celebra sus cinco años de vida.
“Vivimos momentos muy graves para los medios de comunicación”, asegura en una entrevista con Efe Wyoming, quien prepara junto a Andreu Buenafuente y Patricia Conde una gala especial para celebrar el aniversario de la cadena.
Recuerda a lo largo de estos años que en El intermedio se han analizado noticias publicadas como la de que Zapatero tenía un plan para hacer obligatorio el aborto, “cosas -dice- que no tienen que ver con la ideología, son sandeces de un calibre” que no sabe “bien cómo calificar”.
El conductor se vio inmerso en una gran polémica tras la agresión al periodista Herman Terstch, que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, asoció a un vídeo humorístico del programa sobre el entonces presentador del informativo nocturno de Telemadrid.
“Finalmente se supo que fue una pelea de borrachos en un bar”, explica Wyoming, y lamenta que cuando se aclararon estas circunstancias la noticia “ya no le interesara a nadie”, pese a que por un tiempo él se convirtió “en una especie de monstruo, e incluso recuerda que en una tertulia radiofónica dijeron que a él le “gustaría que cogieran a los periodistas y les pegasen un tiro en la nuca”.
No obstante, Wyoming asegura que es partidario “de que existan incluso esas cadenas que dicen esas barbaridades”, aunque echa de menos “que las asociaciones de prensa hagan algún llamamiento a la ética”.
Tiene todavía un juicio pendiente por la emisión de aquellos vídeos asociados al “momento más desagradable” de su carrera, aunque recuerda que él no participa en los contenidos del programa: “Muchas veces ni veo los vídeos que entran porque estoy siguiendo el monitor y las instrucciones que me da el director”.
En El intermedio se intenta hacer “una visión crítica de las cosas que nos sorprenden”, explica su conductor, aunque hay asuntos “difíciles de tratar”, como las grandes catástrofes o el terrorismo, añade, y replica entre risas que “ojalá la tregua sea indefinida” cuando se le recuerdan las parodias que el programa hace con las imágenes de los encapuchados de ETA.
El espacio sigue sin contar autorización para emitir imágenes de Telecinco, Cuatro y Telemadrid, recuerda Wyoming, quien considera que “cuando una cadena prohíbe que se difundan sus contenidos, es que tiene mala conciencia”.
En ese sentido, José Miguel Monzón (Madrid, 1955) -que debutó en televisión en 1981 con el concurso Silencio se juega (TVE) y alcanzó la fama con Caiga Quien Caiga (1996-2002)- asegura que está “muy orgulloso” de todo lo que ha dicho y hecho en televisión, y que está “a disposición de la gente”.
Ahora no tiene más aspiraciones que seguir con El intermedio, un programa que le permite “ir a trabajar contento” y al que aplica una máxima aprendida de la experiencia: “En televisión es imposible jubilarse en un programa. Como te van a echar, sí o sí, es una decisión que no suele tomar uno mismo”.
Lamentaría que acabase El intermedio porque “no existe un programa parecido”, y tiene la “sensación” de que si lo dejan de hacer, “ya no volvería nunca”.