Ya tienen cogido a Zapatero
Los grandes empresarios ya lo tienen cogido, a Zapatero. Ya sigue sus dictados, que son los que necesitan y le ha impuesto la Unión Europea. Por esto ahora le piden que no se vaya. Que no convoque elecciones anticipadas, como no para de reclamar Rajoy “para el bien del país”. Ya es el zapatero que les hace los zapatos a su medida. Ya es “su” Zapatero.
Fue en el almuerzo a que invitó a más de cuarenta grandes empresarios que estos, se asegura, le rogaron que no convocara elecciones antes de tiempo con la esperanza, naturalmente y ya es confiar, de que cumpliera las reformas prometidas para sanear el déficit e intentar activar la economía. En la línea de lo que hace un tiempo le pidió Duran Lleida en el Congreso: haga las reformas que hay que hacer para salir del pozo y váyase. En otras palabras: inmólese en el fuego de las duras e impopulares medidas que la economía y Bruselas le exigen y después dimita o convoque elecciones.
No tiene otra salida. Hacer de la necesidad virtud. Olvidarse del Zapatero que ganó las elecciones y ser otro Zapatero. Incluso le podría ser rentable electoralmente si no hubiese cometido tantos errores antes y no fuese ya demasiado tarde ahora. Parece cierto que solo acierta cuando rectifica. Pero este ya no es el Zapatero original salido de las urnas. Su socialismo y progresismo ya están en el baúl de los recuerdos. Ahora, en el escenario, representa otro papel. El de neoliberal, como dicen sus detractores en las propias filas políticas y los sindicatos.
Tanto es así, que los mismos empresarios que le acusaban de casi todos sus males ya no tienen prisa para que se marche. Desprestigiado y políticamente débil, no tiene más remedio –de buena o mala gana- que seguir sus dictados para intentar salvar la economía del país. Y pone tanto énfasis en esta representación del nuevo personaje teatral, que muchos sectores de la izquierda se sienten desamparados, traicionados y con vértigo ante el vacío.
Y en el campo de la izquierda que políticamente ha quedado casi libre, y que mediáticamente ya no cubren bien ni El País, ni Público, surge como una necesidad de la izquierda radical, el nuevo diario La Voz de la Calle de la mano y financiado por un multimillonario comunista, amigo de Carrillo. Paradojas de la vida. ¿Quién es “la calle”? ¿Cual es su “voz”? Claro, depende de la calle…Pero ya no es, seguramente, la en que vive el travestido Zapatero.