Las falsedades del PP
Sólo faltaba ya, lo de los que quieren separarse y distinguirse de su conciencia propia y que desde el PP se venga acusando a Alcaraz y a la asociación de víctimas Voces Contra el Terrorismo de ser de “extrema derecha” para justificar que no están donde deben.
Sabemos quién fundó la Alianza Popular. Sabemos de dónde vienen y lo que quieren. No hay partido más traidor, mas insano para la falsa democracia española que este PP de Rajoy. Pudo quizá, difícilmente, haber un intento de hacer cierto partido decente, pudo Aznar haber querido en su día renovar el partido y mejorar España, pero sabemos desde hace tanto qué manos les dirigen.
El PSOE no traiciona. Cumple bien siempre sus ideas fundacionales: como sea hacer la revolución socialista, con violencia si es necesario, sin ley cuando se precise, para conquistar el poder. Como antiespañoles y anticristianos y partido de los poderosos y ricachones, no engaña a nadie salvo a esos pobres incultos del PER y a los caraduras que precisan sus subvenciones.
Pero el PP se presta al mismo juego. Y tanto acomplejado, asustado por la fuerza izquierdista, vota a un mal menor cada vez más nefasto. Y así, el PP consolida los disparates de esa izquierda tan agresiva como sincera.
¿Extrema derecha? ¿El qué, oiga? ¿Defender la unidad de España? ¿Creer en Cristo? ¿Querer menos poder estatal y más libertad económica y personal? ¿Fomentar la meritocracia? ¿Sostener unos principios y unos valores frente al relativismo que idiotiza? ¿Viajar, leer y pensar?
Como las categorías políticas y las clasificaciones no son más que eso y yo estoy con Alcaraz, pues como aquello de Gil (léanlo con humor y en alto con su característico e inolvidable tono): “Me dicen facha, pues eso, pues cojonudo, porque si eso soy yo, pues vale, porque yo soy cojonudo.”
Lo malo es que es cierta derecha lerda la que más fomenta que ese conjunto de sanas, sensatas y mayoritarias ideas de la gente normal que curra y tiene hijos, conviertan en apestados a los que las defienden. Que nos insulte el PSOE vale, pero cuando el insulto viene del traidor, lo mejor es descubrirles y denunciar que su odio nace de la conciencia que no tienen porque otros sí la tenemos. Que ya nos sabemos el cuento.