La ONU denuncia una masacre con 244 muertos en la capital financiera de Costa de Marfil
La situación humanitaria en la capital financiera de Costa de Marfil, Abiyán, es “alarmante”, con incontables cadáveres por las calles, con barrios enteros sin agua ni electricidad y con escasez de alimentos, advirtió hoy la ONU. En el oeste del país, la situación no es mejor, y el portavoz de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, confirmó hoy que se han hallado los cadáveres de 244 marfileños de la etnia gueré en la ciudad de Duekoué.
Los muertos apoyaban al expresidente Laurent Gbabgo, y habrían sido asesinados durante los días 28 y 29 de marzo cuando las fuerzas del presidente electo, Alassane Ouattara, tomaron el control de esa ciudad, dijo el portavoz.
La oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas informó este viernes de que en las últimas 24 horas han aparecido más de cien cadáveres, algunos de personas quemadas vivas y otros arrojados a un pozo, en el este de Costa de Marfil.
En una rueda de prensa celebrada en Ginebra, el portavoz de la oficina, Rupert Colville, informó de que han aparecido cerca de 60 cadáveres en Guiglo, 15 en Duékoué y cerca de 40 en Bloloquin. Según Colville, estos homicidios pudieron haber tenido “motivos étnicos” y sus perpetradores “aparentemente fueron mercenarios liberianos”.
En todo caso, precisó, “hay que tener un poco de cuidado a la hora de atribuir responsabilidades”. Este nuevo informe se produce tras las matanzas perpetradas la semana pasada en Duékoué tras la captura de esta ciudad por las tropas del aspirante presidencial Alassane Ouattara. Los dos bandos se han acusado mutuamente de la masacre.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha informado de al menos 800 muertos en Buékoué y la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) ha denunciado el hallazgo de una fosa común con al menos 200 cadáveres en esta ciudad.
Precisamente, la secretaria general adjunta de OCHA, Valerie Amos, alertó ayer jueves en Nueva York sobre la situación en que se encuentra la población civil de Costa de Marfil y sobre las flagrantes violaciones de Derechos Humanos que se están cometiendo en el país. Asimismo, Amos -recién regresada de una visita “profundamente perturbadora” a Costa de Marfil y a la vecina Liberia, donde se han refugiado miles de marfileños-instó a la comunidad internacional a que no permita que los atropellos queden impunes.
Valerie Amos aseguró también que la ONU está intentando determinar quiénes han sido los responsables de los crímenes y cuáles las circunstancias en que se cometieron, y advirtió de que los testigos han acusado tanto a las fuerzas leales al presidente saliente Laurent Gbagbo como a los seguidores de Alassane Ouattara.