Los valientes abundan en las redes sociales. Una gran noticia que recoger. Mucho superman, y mucha superwoman (no se me vayan a enfadar las feministas radicales) en ellas. No hay nada como colocarse un buen nick, antes apodo o mote. Ahora en la era digital nick, ya saben, forma parte de la tontería digital. Como les decía, un nick, sin nombre ni apellidos para empezar la cacería de aquellos que nunca se equivocan, aprovechando los oscuros recovecos de Internet. Las miserias humanas en plena ebullición y al descubierto.

Soy un ferviente convencido que la discrepancia desde el respeto enriquece el debate, aporta soluciones e ideas, que desde las cuales Melilla se vería más beneficiada. Pero insisto, desde el respeto. Ese valor que desgraciadamente anda de rebajas en estos tiempos.

Discrepancia sí, desprecio, insulto y falta de respeto, no. Este tipo de bajo comportamiento suele ser el reflejo de la incapacidad de seducir al electorado. Como no pueden hacerlo desde las ideas y la sensatez acuden a lo zafio y chabacano, que no es otra cosa que llamarlo también impotencia. Es probable que nadie esté libre de pecado, pero también es cierto, que trazar una línea que separe la calumnia y la inquina personal por un debate sereno, algo tan deseado por los ciudadanos en general, sería una de las mejores noticias a recibir.

Pero resulta que esas redes, tipo sobre todo facebook o twitter, desmienten constantemente ese deseo. Es un espacio para que muchos ocultándose insulten y mientan. Curiosa forma de entender la libertad de expresión. Más que libertad de expresión es un acto de cobardía. Deberían reflexionarlo, si son capaces, claro.

No se engañen. No es la política o el deporte, o las artes o lo que sea. No, son las personas, y éstas en más ocasiones de las deseadas, son capaces de transmitir sus miserias personales, sus frustraciones de cualquier índole que apuntan a determinados blancos que de otra manera no pueden doblegar. Solo desde la trampa o desde la descalificación.

Discrepen, utilicen si quieren las redes para manifestar sus opiniones, pero háganlo de forma respetuosa y con nombre y apellidos. Aquí tienen los míos. Retrátense, España necesita de la respuesta de la sociedad civil. ¿Tanto miedo tienen de hacerlo?

PD1- “España no se merece un Gobierno que les mienta”, fue una frase lapidaria que el Vicepresidente Rubalcaba en plena desgracia y dolor por el atentado del 11-M con todo un país en estado de shock, fue capaz (y digo capaz, porque hay que tener estómago para hacerlo en ese momento) de pronunciar, para intentar obtener una ventaja ignominiosa en las elecciones. Ventaja que supieron aprovechar ganando las elecciones de 2004. Una auténtica demostración del “todo vale”. Y lo que es la vida. Ahora se descubre que el Gobierno estuvo negociando con ETA, bajo el paraguas del mismo personaje, cuando a todos los ciudadanos nos decían que no. En definitiva, nos han estado mintiendo en un asunto tan sensible, triste y desgraciado para todos los españoles. No creo que el Gobierno de Aznar quisiera mentir, como no creo que este Gobierno no quiera terminar con esta lacra del terrorismo. Es sencillamente la perversión del poder, y hay que reconocer que en esto Rubalcaba es un auténtico maestro.

PD2- Siento haber defraudado a tantos que hayan gastado parte de su tiempo, saliva y teclado en ponerme como número 2, 3 o yo qué sé en la lista del PP en Melilla. ¿Qué dirán ahora? Paciencia. A lo mejor en alguna aciertan. Ya se sabe: “ya lo decía yo”, frase típica del que falla más que acierta.

*Ex entrenador del Real Madrid y de la selección española de baloncesto.