El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha abandonado Pekín entusiasmado y haciendo un canto a la potencialidad económica de China. Más pronto que tarde, vino a decir, China desbancará a Estados Unidos como primera potencia mundial. Y no es para menos la satisfacción de Zapatero pues, antes de volar hacia Singapur, ha mantenido una reunión de trabajo con los representantes de varias instituciones chinas: sólo cuatro de ellas suman una capacidad de 3,5 billones de dólares, esto es, tres veces el PIB de España.

El mejor regalo que se ha llevado Zapatero ha sido el anuncio de vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Inversiones de China (CIC), Xie Ping, de que tiene una disponibilidad de unos 13.000 millones de dólares –unos 9.300 millones de euros- para invertir en el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros españolas. Pese a que este proyecto está en estudio, Xie aseguró en todo caso que el decreto que aprobó el Gobierno para recapitalizar las cajas es, a su juicio, “muy acertado”.

Estos 9.300 millones de euros supondrían, eso sí, más de la mitad de los 15.000 millones en los que el Banco de España cifró las necesidades de las cajas de ahorros.

Zapatero también salió de China con ocho acuerdos firmados entre empresas españolas y chinas por un valor en conjunto de 1.500 millones de euros.