ACB.- El CAI Zaragoza complica el liderato al Real Madrid (86-84)
Llegaban los de Lele Molin con la moral alta tras la victoria conseguida ante el Regal FC Barcelona la semana pasada, pero el CAI Zaragoza les ha demostrado que no hay rival pequeño en la segunda mejor competición del mundo. El partido comenzó con un festival ofensivo debido a la poca defensa mostrada por ambos conjuntos. Los tiros eran claros y los jugadores aprovechaban su afinado punto de mira, prueba de ello fue el primer cuarto, que acababa con un abultado parcial de 28-25.
El segundo cuarto seguía el mismo guión aunque el equipo maño se aplicó en defensa, lo que le permitió llegar a los vestuarios con una ventaja de nueve puntos (51-42). Sin embargo, el equipo de la capital no le perdió la cara al encuentro y nada más salir del descanso logró un parcial de 0-9 que le valió para meterse de nuevo en el encuentro.
El tercer cuarto fue totalmente del Real Madrid que manejó el tiempo muy bien y llevó al CAI al terreno que le interesaba. Al final el marcador era favorable para los blancos (64-67). En el cuarto decisivo el balón quemaba y cada posesión valía su peso en oro. El equipo zaragozano reaccionaba y se ponía por delante en el marcador. A base de triples, los de Suárez, Sergio Rodríguez y Tucker, el Madrid logró acercarse a tan solo un punto. Cabezas amplió la ventaja a dos puntos y el ‘chacho’, que jugó bastantes minutos tras su lesión, tuvo el tiro que hubiese mandado el partido a la prórroga, pero esta vez el sabor de la victoria se quedó en el paladar maño.
Por otro lado, el Granada logró una victoria que le permite mantener las esperanzas de la permanencia en la ACB tras arrollar (94-65) a un DKV Joventut que lleva tres jornadas recibiendo serios correctivos y que parece estar en un pozo del que no es capaz salir. Un segundo cuarto con un estratosférico parcial de 35-6 a favor de los nazaríes sentenció el encuentro y convirtió la segunda parte en un mero trámite. Nicolás Gianella con 22 puntos y el español Mamadou Samb con 16 puntos y 9 rebotes fueron los principales artífices de la victoria granadina, que ven la salvación un poco más cerca.