Juan Pablo II, el Papa viajero
Nuria Martín.- El próximo 1º de mayo será beatificado el papa Juan Pablo II. Para los estándares de la Iglesia católica se trata de una beatificación “exprés,” menos de seis años luego de su muerte en 2005, misma vía expedita que se utilizó gracias al mismo Juan Pablo II en la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta.
Juan Pablo II fue una de las grandes figuras del siglo XX. Este políglota que hablaba 13 idiomas, fue también conocido como el Papa Viajero por sus múltiples visitas al exterior a más de 120 países en sus 26 años de papado.
Como polaco vivió en primera fila la opresión y falta de libertad de la era soviética en su tierra natal y países circundantes, por lo que no es extraño que contribuyera decididamente a la caída del comunismo en los países de Europa del Este y de la posterior escisión de la Unión Soviética.
Fue una figura clave en tratar de reconciliar al catolicismo con el judaísmo y el islamismo. Como ejemplo de lo anterior fue el primer papa en visitar una sinagoga, lo cual sucedió en 1986. También pidió perdón por los errores de los católicos en el Holocausto, llamó el antisemitismo como pecado contra Dios y la humanidad y estableció al inicio de la década de los 90 relaciones diplomáticas con el Estado de Israel.
Emprendió varias acciones para la reconciliación del catolicismo romano con el cristianismo ortodoxo y con el Islam para lo cual viaja a Grecia y Siria con el fin de sanar más de mil años de desconfianza y la histórica división entre Oriente y Occidente, convirtiéndose igualmente en el primer papa en visitar una mezquita (2001). Su sucesor, el papa Benedicto XVI, seguiría este intento de reconciliación con el Islam, entre otros mediante una visita a Turquía en el 2006 en el que visitó la Mezquita Azul.
Karol Wojtyla fue el primer papa no italiano desde Adriano VI en 1522 y el más joven del siglo XX. Fue sin lugar a dudas el papa de y para los jóvenes con quienes estableció especiales lazos mediante sus Encuentros mundiales de la Juventud.
En 1981 sufrió un cruel atentado a manos del turco Mehmed Ali Agca por el cual estuvo al borde de la muerte y tuvo dolorosas secuelas en su salud. Predicando con el ejemplo, lo visitó a prisión y lo perdonó.
En América Latina fue un visitante frecuente, visitando a más de una veintena de países entre las que destaca aquella icónica visita a Cuba en 1998, donde lanzó el histórico llamado, “Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Esa visita que estaba para más, fue nublada por el estallido del escándalo de Mónica Lewinski en Estados Unidos.
En 1983, cuando Centroamérica vivía tiempos difíciles de guerra, divisiones y sangre y el istmo se había convertido, entre otros en el campo de batalla entre potencias, visitó la región, siendo el primer y único Papa en pisar tierra costarricense, visita de cuyas imágenes y vivencias están aún frescas en nuestra memoria.