Se anuncia que durante este mes de abril la Generalidad de Cataluña sacará al mercado una segunda emisión de bonos (“patrióticos”) por un monto total de 2.700 millones de euros. Los bonos a un año les rentarán a los suscriptores el 4,25% y los bonos a dos años un 4,75%.

En 2010 la Generalidad emitió ya 2.500 millones en bonos a unos tipos ligeramente superiores a los que se piensa emitir ahora. El primer efecto de aquella emisión fue que los gurús de Moody’s rebajaron el rating de la Generalidad, dejándolo al nivel –para entendernos- del Banco de Sabadell.

En cualquier caso, aquella emisión se colocó entre los ahorradores particulares. ¿Y cómo se consiguió? El truco fue tan eficaz como sencillo: la fuerte comisión que cobraron los bancos, ¡¡hasta el 3%!!, y, claro, las sucursales de los bancos-comisionistas se encargaron de “convencer” a sus clientes de la bondad de la inversión. “No se preocupe usted, que la Generalidad siempre paga… y si no, por la cuenta que le tiene, ya pagará el Estado”. Algo parecido debieron decirles a sus clientes. Un argumento que nadie pudo rechazar.

El resultado de aquella emisión es fácil de medir: la Generalidad pagó el 7,75% de coste financiero (4,75% de interés a los inversores y 3% de comisión a los bancos “colocadores”). No es raro, pues, que ante el anuncio de una nueva emisión los bancos y cajas elegidos para la colocación ya se estén frotando las manos. Se habla de que La Caixa colocará 500 millones, los mismos que se encargará de colocar Catalunya Caixa. Banco de Sabadell y Barclays colocarán 400 millones cada uno y 50 millones más serán colocados por Unnim. ¿Con qué comisiones? Un 2,5% los bonos a un año y un 3,5% los bonos a dos años. Un buen pellizco.

Así que si algún empleado de las entidades citadas les quiere vender la excelencia de esos bonos, ya saben ustedes las buenas razones que asisten a esos colocadores.

Artur Mas había anunciado que no haría nuevas emisiones… Pronto se verá lo que va del dicho al hecho.