La menor gitana de Granada admite que participó en la muerte del niño de seis años
La prueba más impactante que existe contra la niña gitana de doce años presuntamente implicada en la muerte del pequeño Alejandro es su propio testimonio. La chiquilla, que ni siquiera tiene edad para ser detenida o juzgada, admitió en la Fiscalía de Menores de Granada su participación en el luctuoso suceso, según fuentes consultadas por este periódico.
No han trascendido nada más: ni si fue un accidente, una imprudencia o un crimen. Pero los investigadores siguen sin descartar ninguna hipótesis. En este sentido, también manejan la posibilidad de que la niña se autoinculpara para encubrir a su madre, una mujer de 36 años adicta a las drogas que permanece detenida desde que ocurrieron los hechos. En la misma situación se encuentra su marido y padre de la joven.
La pareja había perdido la custodia de la chiquilla y estaba bajo la tutela de la Junta de Andalucía, según adelantó el periódico Ideal y confirmó después la consejera de Bienestar Social del Ejecutivo andaluz, Micaela Navarro. Cuando ocurrió el suceso, la niña debería haber estado en un centro de protección de la Junta, pero se fugó el 5 de abril para volver a vivir con sus madres en la calle Molino Nuevo, en la Zona Norte de la capital granadina.
Pobre gente, donde ocurrió los hechos es en el polígono del almanjayar, una de las peores zonas para vivir de Europa. Solo hay delicuencia, droga, violencia… todo el que vive allí no tiene oportunidad de nada, ni de trabajo (que no sea dedicado a vender droga), ni de educación, ni de integrarse en una sociedad que les da la espalda. Los niños que crecen alli se ven rodeados de la peor calaña y de una jauría humana, que sólo les lleva a copiar lo que hacen sus mayores. Pobres niños, tanto el chiquito que murió, como su joven asesina……..
Y ahora, según la ley gitana (no escrita), los culpables de la muerte del niño deben morir. Y si no mueren ellos, deben morir sus familias. Aunque haya sido un accidente o una imprudencia. Han hecho bien en quitarles la custodia de la niña. Uno no sabe cómo va a reaccionar esta gente.
Ya sabíamos que la víctima era gitana, lo que ignorábamos es que las presunta asesina o asesinos también lo fuesen. Eso explica que los calés no la hayan armado más gorda, como suelen.
Mientras se maten entre ellos…
Vaya, era gitana.
Ya ni los gitanos con sus normas y moral tan tradicional se libran de la influencia maléfica de la democracia liberal.