Apuntaciones sobre la Caja de Ahorros del Mediterráneo
La reciente historia de esta Caja -que también es conocida con el nombre de CAM- puede resumirse diciendo que hasta hace poco era la cuarta caja de España, con unos activos de 70.000 millones de euros, y que estaba dirigida por Roberto López Adán -que continuará haciéndolo hasta 2012-, personaje retribuído con un sueldo próximo a los 500.000 euros blindado con un secreto perfectamente guardado. La morosidad de esta Caja supera los 4.600 millones de euros y su mora inmobiliaria se sitúa en el 25%, lo que quiere decir que uno de cada cuatro euros prestados por ella al citado sector está sin devolver o en mas que grave riesgo de hacerlo. Eso quiere decir que, para seguir viviendo, la CAM necesita una ayuda pública superior a los 2.800 millones de euros, cantidad equivalente al 60% de su capital.
Lo más asombroso de esta historia es que nadie le ha pedido cuentas de semejante bodrio al señor López Abad y su consejo de administración, mucho más limitado en cultura financiera que en número de personas, todas ellas acostumbradas a diferentes prebendas tan significativas y económicas como son viajes en primera clase a China, la India, Canadá, Norteamérica, etc., con estancias en hoteles de superlujo, acompañados por familiares, todo absolutamente gratis para ellos, es decir, a cargo de la Caja.
Roberto López es un alcoyano de 56 años que hace 10 asumió todo el poder de la CAM cuando el Gobierno valenciano de Eduardo Zaplana decidió cesar al socialista Juan Antonio Gisbert porque éste se oponía a financiar en la cuantía deseada por el presidente autonómico el majestuoso parque temático Terra Mítica, levantado por la Generalidad Valenciana en los alrededores de Benidorm con los dineros de la entidad pública y los de Bancaja. Parece que el Parque ha costado 420 millones de euros y ahora se vende por menos de 75.
Durante el mandato de Roberto López se han financiado unas cuantas aventuras inmobiliarias que hoy están en deuda con la CAM: El Pocero le debe 100 millones de euros; Habitat, 27; Martinsa, 155; Nozar, 137; Polaris, 122; Tremon, 75… Enrique Ortiz, propietario del Hércules F.C. anda en torno de los 500 millones.
El consejo de administración de cualquier Caja tiene como misión, entre otras, la de fiscalizar el quehacer de su director general, el negocio bancario de la entidad, su obra social y el trabajo de su presidente. El de la CAM se llama Modesto Crespo y llegó a ella por ser amigo o persona de confianza de Francisco Camps sin más conocimientos financieros que los conseguidos como concesionario de Ford en Elche. Tras el control de la entidad, conseguido por los consejeros partidarios de Francisco Camps tras la lucha abierta entre ellos y los fieles a Eduardo Zaplana por haber logrado aquél la presidencia de la comunidad valenciana, Crespo fue nombrado secretario del consejo de administración de la CAM, y en el año 2009 presidente del mismo. Una de las consecuencias de este ascenso fue que la CAM concedió a su nuevo presidente un préstamo de 5 millones de euros. Por rara casualidad, en el año 2010 la CAM prestó al gobierno valenciano el séxtuple que en años anteriores.
Los 20 consejeros de la CAM tenían en el año 2008 165 millones de euros repartidos en créditos especialmente ventajosos. El año 2000 la mayoría de dichos consejeros aceptó que la Caja les invitara a visitar -todo pagado para ellos y sus acompañantes (esposa, marido e hijos)- Patagonia y Argentina; en el 2005 la visita fue a Japón y China, y en el 2006 a la India. Se alojaron siempre en los mejores hoteles y siempre viajaron en aviones especialmente preparados. Lo mismo sucedió en sus excursiones a Nueva York y Canadá.
En el 2010 los consejeros y directivos de CAM recibieron 4,5 millones de euros para retribuir sus trabajos, lo que significó un 4,6 % más que en el año anterior. Sus dietas por asistir a reuniones del consejo de administración o de sus comisiones delegadas, o por figurar entre los mandos de compañías participadas, subieron un 18 % respecto a las del año anterior y alcanzaron la cifra de 1,3 millones de euros…
Todos estos datos son escandalosos y revelan lo mal que están las cosas en esta Caja, símbolo y muestra de tantas otras en distintas autonomías y sus respectivos gobiernos. Para mí, sin embargo, lo peor de todo es que a pesar de esa inmensa basura económica y política ni el Banco de España ni el Ministerio de Hacienda, ni el Gobierno de España ni los gobiernos de las Comunidades Autónomas, ni el Partido Popular ni el PSOE ni los Tribunales de Justicia sancionan a nadie. Huelen la mierda, la saborean y se la comen. Lo único que les importa es repartírsela y poder seguir engordando con ella.