El Partido Popular volverá a gobernar en las islas Baleares tras las elecciones autonómicas del 22 de mayo, de acuerdo con la estimación de voto que le atribuye el CIS y que le sitúa entre cinco y seis escaños por encima de la mayoría absoluta.

Según la encuesta realizada por el CIS entre el 17 de marzo y el 17 de abril, el PP liderado por José Ramón Bauzá obtendría 32 ó 33 escaños, frente a los 22 ó 23 en los que se quedaría el PSOE del presidente autonómico, Francesc Antich.

La horquilla de ambos partidos depende de qué lado caiga la circunscripción de Formentera, que arroja un empate. En cualquier caso, el estudio trasluce que ni siquiera pactando con el PSM-IV (3 escaños) e IU (1), el PSOE tendría la más mínima oportunidad de seguir gobernando en el archipiélago, como lo hacía hasta ahora sumando sus 16 escaños a los 12 que acumulan PSOE+EXC,PSM-EN-EU-EV-Esquerra, Unió Mallorquina, PSM-Verts y AIPF.

El sondeo muestra un significativo ascenso de entre tres o cuatro escaños para el PP (con un 47,9% de los sufragios), un mantenimiento del voto del PSOE (30,4%) y la irrupción de IU en el Parlamento autonómico (4,5%). Sin embargo, la pérdida de dos escaños del PSM-IV y de los tres que tenía la antigua Unió Mallorquina, ahora Convergencia, más el hecho de que ninguna otra formación minoritaria vaya a obtener representación, allanan el camino para una holgada mayoría absoluta del PP.

El dato chocante es que a la pregunta de quién prefieren que presida la comunidad después de las elecciones, el 23,3% de los encuestados baleares prefieren a Antich y sólo el 22,2% a Bauzá, con un NS/NC del 38%.

En la valoración de líderes, Antich es el más puntuado con 4,95, mientras que Bauzá recibe un 4,58. Todo ello a pesar de que, en la valoración de la gestión del presidente autonómico, el 31,3% de los baleares opinan que es mala o muy mala, y sólo el 15,3% considera que ha sido buena o muy buena. El 42,2% de los encuestados se decantaron por el “regular”.