¿Violencia en Melilla? No, gracias
Solo ha sido comenzar la campaña para conocer de primera mano las democráticas intenciones de Aberchán y algunos de los suyos. Imagino que no todos compartirán esa forma de proceder, digo yo. Eso se llama tener calidad democrática. Aberchán por supuesto, ha respondido a las agresiones verbales y físicas de los suyos, como es su estilo, atacando. Nada nuevo bajo el sol. Es un caso perdido. Será el pueblo melillense quien juzgue esa manera tan particular de ejercer sus derechos fundamentales. Eso sí, tranquiliza y mucho escuchar de esa sana boca, y es de agradecer, que condenaba esos hechos violentos durante la campaña. ¿Significa eso que después de la campaña ya no? Da susto pensar una ciudad como la nuestra que pudiera estar en manos de un tipo así. Ni Alá, ni Dios, ni por supuesto los melillenses, lo quieran.
No tenía planteado en mi cartel de deseos incluir mi rechazo a la violencia. Daba por hecho que estamos en un país civilizado que sabe desterrar y señalar a los violentos. España desgraciadamente, sabe mucho de intolerantes y de violentos.
Estamos en campaña electoral, es la fiesta de la democracia, el derecho sagrado del voto, la libertad a expresar y defender ideas tratando de convencer a los ciudadanos. Debatir programas electores que sirvan de base de trabajo para los próximos cuatro años.
Nuestros políticos se tiran a la calle para explicar sus ideas, barrio a barrio, calle a calle, puerta a puerta, desde el respeto a los adversarios, o debería ser así. Todos tenemos derecho a saber si luego se cumplen esas promesas que tantas veces han sido defraudadas. Esa es la credibilidad de los dirigentes políticos, cumplir lo pactado en las urnas, y gestionar los recursos públicos con transparencia, eficacia y honestidad.
El Gobierno de la Ciudad ha demostrado con creces en estos años su buena gestión, esa es su ventaja respecto de los demás. ¿Qué se habrá equivocado?, por supuesto, ¿quién no?, ¿motivos para corregir?, sin duda.
Pero es abrumadora su buena gestión, y además cuenta con el apoyo y el respeto del que puede ser, si los españoles lo quieren, presidente del Gobierno español, el señor Rajoy. El mejor aval posible. Si además, ganaran en Andalucía, sería el mejor escenario posible para intentar que las condiciones de vida y de desarrollo de los melillenses, fueran las mejores. Se abriría desde luego, una esperanzadora nueva etapa para poder sentir esas realidades de las que se beneficiaría todo el pueblo melillense, en especial, los más desfavorecidos.
Para terminar, quisiera destacar la reacción del líder del PSOE, y va sin ironía, ante los lamentables hechos anteriormente citados provocados por algunos exaltados de CpM. Ha venido a decir, además de rechazar esos actos, como no podía ser de otra manera, que “desea que Imbroda siga adelante con su partido en perfectas condiciones con su campaña y sus actividades”. La verdad es que desde la distancia, si no me fallan mis lecturas, deben ser sus primeras palabras amables que he podido leer sobre el Presidente. Y de la misma forma que le he criticado cuando lo he creído, también alabo en este caso su mesura, cualidad que no ha sido muy destacada en sus intervenciones. Si es un comienzo en el cambio de expresarse, defendiendo lo suyo sin descalificar al rival, vaya por delante mi felicitación. Sí me atrevería a hacerle una observación, son socios de un partido que parece no respetar las reglas más básicas del juego democrático. Debe pensar qué beneficio le supone esa relación respecto a su electorado, ¿tendrá votantes que se alejen de usted por esa extraña relación? Debería pensarlo.
*Ex entrenador del Real Madrid y de la selección española de baloncesto.