Spain is different
El mundo entero no cesa de celebrar la muerte del más sanguinario terrorista internacional, abatido tras más de una década en busca y captura. Y los norteamericanos, en medio de una unión envidiable, se han lanzado a las calles compartiendo la alegría de ver desaparecer a un terrorista que ha cambiado sus vidas y su nación para siempre. Por supuesto que la muerte de Osama Bin Laden, tiene el simbolismo de un importante triunfo bélico y un éxito para la batalla psicológica. Con todo, para nada maquilla el que Occidente siga siendo objetivo prioritario del fundamentalismo salafista más radical. No olvidemos que se siguen produciendo atentados -el último en Marrakech- y que el número de muertos en nombre del islamismo radical no tiene fin.
Sin embargo, uno siente una horda vergüenza cuando en España el gobierno en pleno se felicita porque Estados Unidos ha acabado con el cerebro del 11-M y que se ha hecho justicia a las víctimas del mayor atentado de la historia de España. Mienten y lo saben. ¿Acaso Bin Laden reivindicó el atentado de Madrid y uno en su despiste congénito no se ha enterado? ¿Tal vez forma ahora parte del establishment oficial que el saudí diera la orden, lo reivindicara y fuera el responsable de poner las pistas falsas? Y es que sólo hace falta leerse la sentencia del 11-M para certificar que en ningún momento se acusa a Bin Laden.
Confieso que cuando veía en televisión las imágenes de toda esa gente agolpada en las principales ciudades norteamericanas, tuve la sensación y la convicción personal de que se había hecho justicia. A nadie le puede extrañar. Estuvieron juntos en el duelo común contra el terror, sin luchas partidistas y sin acusaciones de quién tenía la culpa y lo están ahora, cuando se ha hecho memoria, dignidad y justicia para con las víctimas. Y mientras tanto, en este país, con una mezcla por igual de indignidad, bochorno y corrupción institucional, se legaliza a la ETA, bajo el paraguas de su enésima marca blanca, Bildu. Es vergonzoso que el Tribunal Constitucional, la instancia judicial más politizada en España, haya decidido que Bildu concurra a las elecciones, pese a las evidencias presentadas por las Fuerzas de Seguridad del Estado de su relación irrefutable con la banda sanguinaria. ¿A quién pueden engañar? ¿Alguien tiene dudas de que Bildu es un títere con chapela perfilado por los terroristas para volver a los escaños y disfrutar de una fuente de ingresos públicos con los que seguir alimentando su maquinaria criminal? ¿Quién puede negar que, gracias a esta decisión escandalosa, van a volver a tener acceso al censo electoral y facilitar el acceso a sus objetivos?
Y en esas estamos. Mientras algunas naciones combaten con todas sus armas el terror sin complejos, en otras naciones Otegui, sigue siendo un hombre de paz para el gobierno. De Juana Chaos, ni sabemos dónde está. Josu Ternera, de road show por toda Europa bien mimado. El batasuno Rafael Díez Usabiaga excarcelado para cuidar a su mamá. Se incautan actas al etarra Thierry que desvelan las negociaciones del gobierno con la ETA. El aparato de extorsión de ETA, recibe chivatazos para que huya de la policía. La tigresa, una de las mayores asesinas de la banda, siendo acercada a una cárcel cerca de su casa y para colmo de la desfachatez, los etarras Fernando García Jodrá y Nerea Bengoa Ziarsolo, integrantes del comando Barcelona, han recibido luz verde para someterse a un tratamiento de fecundación in vitro en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Y ahora, Bildu en las instituciones.
Y mientras tanto, los proetarras celebrándolo por todo lo alto en Bilbao, con el puño levantado, con vítores a favor de los presos de ETA, cantando el Eusko Gudariak, himno del soldado vasco y tradicionalmente utilizado por el entorno proetarra. Y por si fuera poco, Andrés Errandonea, un preso histórico, enarbolando una pancarta a favor de Bildu al salir de la prisión. Y uno se pregunta, ¿aquí no pasa nada? Me temo que lo que pasa es la honda diferencia que existe entre ambas naciones en la lucha contra el terrorismo. Se podrá pensar que los norteamericanos son histriónicos, que su puritanismo es cuando menos excedido. También se podrá decir que Reagan era ultraconservador, que Obama ha resultado ser una decepción, que Oprah Winfrey es una diva o que Hollywood un sueño imposible para la mayoría. Pero lo que nadie podrá negar es que en los Estados Unidos es inconcebible que una organización terrorista se presente a las elecciones, que reciba la bendición de la justicia y que además reciban fondos públicos. Pero es que, además, sería impensable que los medios de comunicación, encamados con los partidos políticos de turno, obstruyan la investigación sobre un atentado terrorista y encima los periodistas independientes que luchan contra viento y marea para que se haga justicia sean unos agoreros y unos conspiranoicos. ¡Qué diferencia más abismal! No nos engañemos. Estados Unidos es execrable para cierta izquierda inteligente y para la derecha acomplejada. Por desgracia, viendo lo sucedido estos días en España, uno llega a la conclusión de que las víctimas del terrorismo en España tienen que estar dando saltos de alegría por sufragar con sus impuestos a los terroristas de escaño. El sabio tenía razón, Spain is different.
Cuánta razón tiene Sr. Montilla. Fantástico artículo