Condenada a dos años una paraguaya por la muerte de su bebé, al que tuvo en un váter
Una mujer de nacionalidad paraguaya de 31 años ha sido condenada a dos años de cárcel por ocasionar la muerte de su bebé, al que dio a luz en el váter de su casa. La sentencia considera que la procesada ha cometido un delito de homicidio imprudente, ya que con su conducta faltó a las más elementales normas de cuidado a sabiendas del peligro del resultado dañoso que podía entrañar.
Los hechos sucedieron el 28 de abril de 2009 en el domicilio de la mujer, que se encontraba embarazada de su segundo hijo, aunque había ocultado su estado a su marido. A lo largo de los nueve meses de gestación tampoco había pasado ninguna revisión ginecológica.
Según relata la sentencia, esa noche la mujer se puso de parto. Como no quería que su marido se enterara, se encerró en el cuarto de baño. Luego se sentó en el váter y tras sentir fuertes dolores notó como expulsaba al niño, que nació vivo ya que llegó a llorar.
El recién nacido cayó dentro del váter, boca abajo. Según la autopsia practicada al cadáver, esta postura le provocó la asfixia al no poder iniciar el mecanismo de respiración con normalidad, hecho que se vio agravado por las flemas y los restos de meconios que el bebé tenía en la nariz y en la boca. El niño murió a los pocos minutos de nacer al no recibir ningún tipo de asistencia.
En su resolución, el juez de lo Penal número 7 de la capital rechaza la tesis del abogado defensor de la mujer, que sostuvo la «espontaneidad» del parto, hecho que «no puede concebirse, por cuanto que necesariamente éste ha de venir precedido, no solo por las contracciones, sino por la previa rotura de la bolsa uterina, lo que se conoce como ‘romper aguas’, lo que no pudo pasarle inadvertido, ya que no era primeriza», explica el magistrado. En su sentencia subraya, además, que la procesada mantuvo cerrada la puerta del baño desde dentro, «sin solicitar ayuda, negligencia extrema que provocó tan terrible desenlace».
En su declaración ante el juez cuando fue detenida, la mujer dijo que tras dar a luz limpió el cuarto de baño, envolvió al bebé muerto en una toalla y se dirigió al Hospital Materno Infantil para que la atendieran de la hemorragia que presentaba, ya que aún tenía restos de cordón umbilical en su cuerpo. Los médicos que la asistieron dudaron de las circunstancias del fallecimiento del feto por lo que dieron aviso a la policía, que arrestó al matrimonio.
La mujer declaró que al expulsar el feto se desmayó y que cuando recuperó la conciencia ya estaba muerto. La pareja fue enviada a prisión al sospecharse inicialmente de un homicidio doloso, aunque posteriormente se comprobó que el marido no sabía nada del embarazo y fue puesto en libertad.