El ranking del paro andaluz
En la comarca de La Janda, en Cádiz, una de cada cuatro personas en edad de trabajar, mayor de 15 y menor de 64 años, está parada. De los siete municipios que componen este territorio, cinco están en el top ten del desempleo en Andalucía, y no ocupan posiciones precisamente bajas. Ubrique es el segundo, Barbate el tercero, Paterna el cuarto, Vejer de la Frontera el quinto y Benalup-Casas Viejas el sexto. Todos ellos superan el 27%, y las dos poblaciones restantes tampoco es que vayan muy a la zaga. Alcalá de los Gazules, reserva espiritual del PSOE, está en el 21,7%, y Conil, la mejor parada, en el 17,8%. Están, en cualquier caso, bastante por encima de la media andaluza.
Curiosamente, no está en Cádiz el pueblo con más parados de Andalucía. Es onubense y se llama La Granada de Río Tinto: de sus 137 habitantes, 47 no tienen empleo, o, lo que es lo mismo, el 34,3%. Su pequeña dimensión, y el hecho de ser un caso aislado dentro de Huelva, convierten este dato en una mera anécdota. No es ésta la situación de La Janda y, por extensión, de la provincia de Cádiz, que lidera el paro en Andalucía con 18 de cada 100 personas en edad de trabajar paradas. La Bahía de Cádiz y la zona de Jerez tienen un 18,7% y el Campo de Gibraltar un 20,2%.
El desglose por comarcas y municipios del paro ha sido posible gracias al informe Datos económicos y sociales de las unidades territoriales de España, realizado por Caja España-Caja Duero. En él se toman como base los datos del paro registrado y se comparan con la población mayor de 15 años y menor de 64. La diferencia con la Encuesta de Población Activa (EPA) es que ésta obtiene la tasa de paro a partir de la población activa, que comprende a todas las personas que buscan un empleo, sea cual sea su edad. El estudio de Caja España, que abarca desde la estructura demográfica hasta la productiva, toma como referencia la foto fija del paro registrado en marzo de 2010.
Una de las conclusiones es que las provincias donde el peso de la construcción durante el boom no fue tan grande (Jaén) o donde este empuje fue atenuado por el crecimiento de otros sectores (en Almería, la agricultura) se comportan mejor que la media, fijada para Andalucía en el 15,4%. Munipios como, por ejemplo, El Ejido, con 63.783 personas en edad de trabajar, están tres puntos por debajo de la media (12,4%), aunque es cierto también que en gran parte de Almería se partía de un paro muy bajo en los primeros años de la década de 2000. Así, en el Poniente almeriense, con El Ejido como principal núcleo urbano, el número de desempleados era de 2.527 en 2005 y en 2010 de 25.220. En cinco años se ha multiplicado por diez, y aun así la comarca mantiene un porcentaje de paro (13,9%) inferior al andaluz.
En Jaén, Alcalá la Real (7,1%), Baeza (9,9%), Martos (10,9%), o la propia capital (12,4%) resisten más que bien el envite de la crisis. Sin embargo, en la misma provincia hay otros municipios que se sitúan por encima de la media. Linares, con su declive industrial, está en el 16,2%; La Carolina (19,9%), en Sierra Morena, es reflejo de las dificultades por las que atraviesa el olivar de montaña; y Bailén (18,5%) es víctima del parón de la construcción en su calidad de líder nacional de la producción de ladrillos.
Este contraste es habitual en el resto de provincias. En Málaga y Granada la situación es mucho mejor en algunas zonas del interior, sobre todo, en el oriente malagueño y el occidente granadino. Antequera, con su empuje empresarial, y Loja, mantienen unos relativamente buenos porcentajes del 11,2% y el 12,2%, respectivamente. Sin embargo, las serranías de Ronda y Cádiz mantienen la tercera tasa de paro comarcal (19,2%) de toda Andalucía. Y en la costa, el parón de la construcción ha afectado a Motril (16,1%), Almuñecar (17%), Estepona (16,7%), Marbella (15,6%), Nerja (18,8%%) y la propia capital (17,1%). En este recorrido costero, sólo Fuengirola y Benalmádena, ambas con un 14,8% están por debajo de la media andaluza, aunque por poco.
A Huelva la salva el buen comportamiento de sus pueblos más agrícolas: Moguer, por ejemplo, sólo tiene un 7,3% de paro, Cartaya un 11,5% y Almonte un 12%. Conforme el municipio es mayor, también es mayor el paro: en Lepe, con 19.393 personas en edad de trabajar, hay un 13,4%. Huelva mantiene un comportamiento muy similar al de Almería: el desempleo ha crecido mucho, pero aun así mantiene tasas algo por debajo de las andaluzas (14%). Es en el Andévalo, en la cuenca minera y en la sierra, al norte, donde esta provincia concentra sus grandes núcleos de paro. A diferencia de lo que ocurre en Jaén y Almería, los pueblos de no más de mil habitantes sufren con crudeza esta lacra.
Lo mismo ocurre en Córdoba. Las zonas más deshabitadas, especialmente el Valle del Guadiato, son las que más sufren, hasta el punto de que los cinco municipios con el paro más alto están en esa comarca. También la capital tiene un importante nivel de desempleo (17,3%), sólo superado, entre las cabezas de provincia, por Málaga. Sin embargo, los pueblos más habitados de Córdoba sí mantienen una cierta pujanza, con Palma del Río y su actividad citrícola a la cola (9,6%), seguida de Priego (10,9%) y Pozoblanco (12%). Con tasas superiores, del 13,5% y 13,8%, están Lucena y Montilla, en cualquier caso por debajo de la media.
Entre las capitales, sólo Sevilla, y por muy poco (15,3%), está por debajo de la media andaluza. En esa provincia, la comarca más afectada es el Bajo Guadalquivir (18,7% de paro), mientras que en el núcleo metropolitano se dan situaciones paradójicas: municipios como San Juan y Camas rondan el 20% y otros como Tomares (10,3%) y Mairena del Aljarafe (13,3%) se sitúan muy por debajo.