Mourinho gana la batalla: Valdano, fuera del Madrid
José Mourinho ha ganado la batalla a Jorge Valdano, quien desde este miércoles dejó de ser director general del Real Madrid, adjunto a la presidencia y portavoz, aunque tenía dos años de contrato por delante y un sueldo de dos millones y medio netos por temporada. Por más que se quiera trasladar la imagen de un acuerdo amistoso o de una dimisión, la realidad es que el presidente, Florentino Pérez, ha cedido a las presiones del técnico y le ha entregado la cabeza que le exigió como condición para seguir en el banquillo.
Florentino se queda sin un hombre de plena confianza en club, sin su principal escudo o pararrayos, sin el rostro amable del club, sin el encargado de ‘lidiar’ con los periodistas en momentos de dificultad. La caída de Valdano es una inequívoca demostración de que el portugués es el único técnico al que Florentino ha atribuido plenos poderes. Por lo tanto, su futuro en el palco queda ligado al del entrenador.
El segundo adiós de Valdano como ejecutivo del Real Madrid, ambos con Florentino Pérez como presidente, tiene lugar solo diez días después de que el hispano-argentino garantizase públicamente su continuidad en el club. “No abandono. No me he reunido con Florentino Pérez para hablar de mi salida. Las informaciones publicadas son falsas en su totalidad. Seguiré la próxima temporada”, aseguró Valdano, en Canal Plus, nada más terminar el choque de la penúltima jornada de Liga que los blancos ganaron en Villarreal (1-3).
Más allá de las palabras, era la crónica de una muerte anunciada por su insostenible relación con ‘Mou’. El técnico culpó al ejecutivo de no dejarle cumplir el sueño de dirigir a la selección de Portugal, de desautorizarle en el tratamiento de la hernia discal a seguir por Higuaín y de torpedear la renovación de Pepe y el fichaje del ‘9’ que reclamaba desde la pretemporada. El luso le apartó de los viajes con el equipo, de la relación con la plantilla en Valdebebas y de toda influencia en la política de fichajes.
“Él o yo”
Durante las últimas celebraciones del título de Copa se esquivaron y no cruzaron ni miradas. Horas antes, Valdano había aplaudido al técnico por dejar las conferencias de prensa en manos de Aitor Karanka, su fiel ayudante, “dar un paso al costado y bajar un poco el nivel de decibelios porque había mucho ruido alrededor de su figura”. Casi de inmediato, fue reprendido por el jefe de prensa del entrenador: “Mourinho hará ruido cuando quiera. Valdano es portavoz del club pero no del técnico”. Y el club calló.
La sentencia no ha sorprendido a la plantilla, ya de vacaciones. A finales de enero, los jugadores ya conocían el divorcio total entre Mourinho y el director general. Incluso el técnico portugués comunicó a sus pupilos que vinculaba su continuidad en el banquillo al adiós de Valdano en junio. “Él o yo”, les dijo durante una reunión en la que les expuso sus inquietudes y sus planes de futuro, y les pidió máxima unión frente a los enemigos que, a juicio del técnico, les rodean. Y entre esos rivales estaba el portavoz.
‘Mou’ ya ganó el primer pulso cuando logró que Florentino Pérez desvinculase a Valdano del ámbito deportivo. El presidente lo decidió tras entrevistarse con el entrenador después del derbi copero celebrado en el Vicente Calderón, a primeros de año. La atmósfera se hizo irrespirable con ocasión de la contratación de un ‘9’, a la postre Adebayor, por expreso deseo del técnico, en el mercado de invierno. “¿Ha hablado con Valdano sobre la llegada de otro delantero?”, se le preguntó a ‘Mou’ tras un triunfo pírrico ante el Mallorca, merced a un gran gol del cuestionado Benzema. “Yo reporto directamente con el presidente y con José Ángel Sánchez”, director general ejecutivo del club.
El empate por el Madrid en Almería, feudo del colista, desató de nuevo las hostilidades. Mientras Valdano insistía en la defensa de Benzema, hablaba de su suplencia -“El ‘9’ estaba en el banquillo”- y de la injusticia cometida con el francés, el técnico se quejaba del árbitro y pedía que Pérez Lasa no les pitase más, ni tampoco al Barça. El portugués se declaró muy mayor para recibir recados a través de la prensa y, con ambigüedad calculada, amenazó con irse en una rueda de prensa muy caliente.
Órdagos de ‘Mou’
Mourinho ya había lanzado un órdago a su presidente a finales de año, tras el polémico choque ante el Sevilla en el que el técnico presentó una relación de agravios arbitrales. “Estoy cansado de que me den una lista de errores graves del árbitro, y quieren que sea yo el que ataque al colegiado. Tenemos un club, un organigrama, y quiero que la gente defienda a mi equipo, no sólo yo”, subrayó al tiempo que pedía una reunión urgente con Florentino.
Al día siguiente, los protagonistas compartieron mesa y mental durante la comida de Navidad del club y, aparentemente, restañaron heridas. El alto dirigente apoyó a Valdano porque, en su opinión, es el que mejor representa la imagen del Real Madrid. Fuentes del club aseguraban que las declaraciones de ‘Mou’ fueron incoherentes, intempestivas y desafiantes. Pero el técnico porfió, reabrió la batalla del ‘9’, iniciada ya en verano, y la ganó.
Aunque comparecieron juntos y sonrientes durante la presentación del portugués, jamás se soportaron. Son personalidades antagónicas, tanto a la hora de ver el fútbol como en el trato con los medios y las instituciones. “Es un carisma andante que no se sabe muy bien lo que representa, pero la fuerza de su imagen es imprescindible para los medios…Quien no tuvo talento para jugar no cree lo suficiente en el talento del futbolista, en la capacidad improvisar soluciones….Si permitimos el excesivo intervencionismo de los entrenadores, eliminaremos toda idea de felicidad, en los jugadores primero y en los espectadores después”. Así escribía Valdano sobre Mourinho hace tres años, cuando trabajaba como columnista en ‘Marca’.
Donde las dan las toman, muy bien por Florentino, porque Vadanito se había erigido en un superhombre y los prepotentes y abusadores, se ven así, muchos aplausos.