Gaspar Zarrías asegura que la decisión de Carme Chacón “es un gesto de generosidad porque estamos en un momento difícil y complicado”. Para el secretario de Política Territorial del Gobierno aunque aún puede haber más candidatos, Rubalcaba es la persona “que en estos momentos más une al partido, que mejor puede encabezar el proyecto del PSOE del futuro y que mejor puede llegar a la ciudadanía”. Ha dejado claro, eso sí, que él no se ha propuesto “y que le hemos ido a buscar” porque aparece como “conspirador o instigador pero no lo es”. “Ni ha hecho ninguna maniobra ni ha ido contra nadie. El propio Zapatero le ha planteado que es la persona idónea para encabezar el cartel socialista, algo que no es una pera en dulce”.

Dice Zarrías en declaraciones a Cope que el hecho de que algunos socialistas hayan planteado la celebración de un congreso extraordinario para elegir al candidato del PSOE demuestra que es “un partido con vida y una reflexión lógica y natural”. Ha recalcado que pese a las opiniones y los distintos puntos de vista, al final “son los órganos del partido los que deciden”.

Sobre la futura de dualidad de cargos hasta las próximas elecciones generales, Zarrías asegura que no es la primera vez que pasa en el PSOE ni en otros partidos y que aunque no es una situación normal tampoco es anormal. “Es fruto de las circunstancias que estamos viviendo porque son difíciles y complicadas”. Para que ambos cargos se separen “hay que darle al sentido común y a la inteligencia buscando los mecanismos de coordinación que posibiliten la coyuntura de armonizar al presidente y al candidato”. Descarta también la posibilidad de adelantar las elecciones generales. Dice que el Gobierno “tiene la estabilidad política y parlamentaria para poder seguir sacando adelante las reformas que considere necesarias”.

Asegura Zarrías que a partir de mañana, una vez que el Comité Federal abra el proceso de primarias y se elija al cabeza de cartel del PSOE para las próximas elecciones generales, habrá que convocar un congreso o conferencia en el que los socialistas reflexionen y discutan para construir una alternativa “que nos permita encontrarnos con el electorado que no nos ha votado que, o bien no lo han entendido o creen que lo hemos hecho mal”.