España, basurero del mundo: Cae una red que facilitaba la entrada ilegal de iraníes en España a cambio de 30.000 euros
Agentes de la Guardia Civil han desarticulado una red criminal -cuya base de operaciones se encontraba en la Comunitat Valenciana y Cataluña- que se dedicaba a introducir inmigrantes ilegales de origen iraní en España, en un plazo de 24 horas y a cambio de una suma estimada en 30.000 euros.
En total, se ha detenido a nueve personas, siete de ellos ciudadanos de nacionalidad iraní con residencia legal en España, uno de nacionalidad rumana y otro de origen palestino, como presuntos responsables de la organización.
El ‘modus operandi’ de la organización criminal internacional permitía a sus miembros “colocar” de forma clandestina a sus “viajeros” en el país de destino en menos de 24 horas, operando además en diferentes países de Europa (Bélgica, Rumanía, Grecia, Austria, Bulgaria e Irlanda), Asia (Irán, Afganistán y Turquía) y América del Norte (Canadá).
Se calcula que durante todo el proceso de funcionamiento de esta red, que se remonta varios años atrás, habrían favorecido la entrada irregular en España de al menos 1.500 personas, todas ellas de origen iraní y algunas de origen afgano, teniendo también como destino final otros países de la UE y, en menor medida, Canadá.
Según la Guardia Civil, cada persona tenía que satisfacer a la organización hasta 30.000 euros, por lo que el beneficio montante económico resultante de esta actividad delictiva podría alcanzar varios millones de euros. La “bolsa de viaje” incluía billetes de avión, documentaciones falsas, alojamientos, comida, ropa, etc.
Asimismo, a los inmigrantes se les instruía y formaba en un adecuado estilo de vestir al modo “europeo” y se les proporcionaba documentos de viaje de países pertenecientes al espacio Schengen, para no levantar las sospechas de los policías de los Aeropuertos por donde transitaban. UN PISO ‘PATERA’
En uno de los domicilios registrados en la localidad de Altea (Alicante) se ha localizado un piso “patera” donde se alojaban un total de once inmigrantes de nacionalidad iraní, entre los que se encontraban dos menores de edad.
En otros domicilios registrados se ha procedido a la incautación de una gran cantidad de pasaportes falsos de distintos países de la Unión Europea, un dispositivo para la manipulación y alteración de documentos de viaje, siete equipos informáticos, dispositivos de almacenamiento electrónico de datos, una gran cantidad de teléfonos móviles, así como un arma corta simulada.
La organización delictiva desarticulada, que operó en sus inicios en Rumanía y posteriormente en Bélgica, país donde fueron juzgados sus miembros en rebeldía, huyendo antes de ser detenidos, había trasladado su base de operaciones a la zona de Cataluña y Levante principalmente.