Olga Cuquerella, portavoz de MasLibres.org: “Zapatero ha actuado como bombero pirómano”
Olga Cuquerella es historiadora, madre de cuatro hijos y portavoz de la plataforma MasLibres.org, la última iniciativa de HazteOir.org para la defensa de la libertad religiosa. Organizarán una manifestación en cien ciudades de España y repartirán más de 100.000 pulseras reivindicativas. Es la respuesta a la actitud beligerantemente laicista del gobierno. Preparan un dossier de agravios. La mayoría se concentran en los primeros años. En los últimos años de zapaterismo, el gobierno calla; pero los movimientos radicales, hablan. La quema de Iglesias y los ataques directos reaparecen por primera vez desde los años 30. Así habló para Alba.
– ¿Por qué la beligerancia del gobierno es menor ahora que antes?
– Probablemente porque ya hayan logrado su objetivo: incendiar los ánimos. El gobierno ha estado echando gasolina y ahora se hace el escandalizado?
-¿Actúa de bombero pirómano?
– Efectivamente.
– Pero el gobierno argumentará que no son responsables de los ataques vandálicos que se producen.
– Dirán lo que quieran, pero con la procesión atea la delegada del gobierno intentó lavarse las manos. Y con los sucesos de Somosaguas, se detuvieron a cuatro y luego se les dejó libres. Además, ¿por qué la Fiscalía pide el archivo de nuestra querella contra Leo Bassi?
– Es que el 525 del Código Penal que defiende la libertad religiosa está virgen.
– Claro, porque al final, los ataques siempre salen gratis.
– ¿Cuál es la lista de agravios a la libertad religiosa?
– Se nos olvida que Zapatero llegó al gobierno en el 2004 al grito de “más gimnasia y menos religión” y que Borrell tachó a la religión católica como la responsable de nuestro retraso histórico.
– Más
– El mismo Zerolo abanderó la recogida de firmas por la apostasía. Es un suma y sigue que vamos a editar, pero en formato resumen porque son demasiados los ataques.
– ¿Llegan tarde?
– Eso nos dicen algunos. Es posible. El gobierno ha ido aprobando leyes y modificando de facto la Constitución y la Ley Orgánica de Libertad Religiosa sin que se notara demasiado. Por eso nuestro objetivo es concienciar a la opinión pública.
– ¿Qué piden exactamente?
– Queremos que se nos respete, no que se nos proteja como especie en peligro de extinción. Pedimos la libertad religiosa para todos: creyentes y no creyentes.
– ¿No existe?
– No. Este es un gobierno liberticida donde atacar los sentimientos religiosos sale gratis
– ¿Gratis o rentable?
– Es verdad que es políticamente correcto atacar a la Iglesia.
– ¿No tiene la sensación de que detrás del laicismo gubernamental hay más cristofobia que verdadero laicismo?
– No. Yo creo que los buenos musulmanes deberían estar igualmente preocupados con los ataques a la libertad religiosa, aunque la mayoría de los ataques sean contra la Iglesia católica porque con otros no se atreven.
– La movilización ante los ataques laicistas de Valencia disuadió a los laicistas de sus movimientos.
– Lo mismo ha pasado con la procesión atea: las 100.000 firmas han demostrado que podemos ganar porque tenemos la Ley de nuestro lado. Si nos movilizamos podemos defender nuestros derechos.
– Hablando de leyes, ¿temen una reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa?
– Pretenden hacer una ley como si no existiera ya un acuerdo en la Constitución y en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (LOLR)
– O sea, que su movimiento es preventivo.
– No. De hecho muchos nos recriminan haber llegado tarde. Lo que pedimos es que se cumpla la Constitución, los acuerdos internacionales y la LOLR.
– Pero el gobierno considera que pasados 30 años hay que actualizar la ley.
– Pues no es lo que opina la ONU ni Bruselas, que señalan el hecho religioso como algo positivo.
– ¿Y el Gobierno no lo ve como algo positivo?
– No. Zapatero dijo que la religión debía ocultarse en el ámbito privado; había que apartar la religión del ámbito educativo y público. Si no lo ve como negativo, sí al menos como necesariamente privado.
– Es decir, no se está cumpliendo el mandato constitucional de colaborar con la Iglesia.
– Están haciendo como con todo: contrario a la ley, pero sin cambiar la ley. Ha ocurrido en educación, con la libertad de conciencia de los médicos, con la ley de igualdad de trato. Se trata de violentar la conciencia de los católicos sin violentar la ley.
– Estirar el traje constitucional y legal hacia el laicismo.
– Lo que hay es una clara tendencia ideológica, de corte estatalista que pretende regular hasta la conciencia.
– Pero todo se concentra en la Iglesia.
– Quizás por una visión trasnochada, pero lo que hay que es una voluntad estatalista de control.
– ¿Tienen confianza de que un nuevo gobierno cambie el escenario?
– La confianza nunca se pierde. Pero esta es una batalla de la sociedad.
– ¿Tienen apoyo de la jerarquía?
– No somos una plataforma católica, aunque la mayoría de los ataques se hayan producido contra la Iglesia Católica. Nosotros luchamos por la libertad de todos, de todos los creyentes y de los no creyentes también.