Piqué: «Ni nos drogamos, ni nos tiramos; solo jugamos a fútbol»
‘Waka celebración’, ‘waka Champions’ Todo es grande en este Barça de los récords, que en seis años ha ganado tres Copas de Europa y es ya por méritos propios el mejor equipo del siglo XXI.
El 28 de mayo pasará a la historia como el día en que un grupo liderado por un menudo jugador argentino tocó el cielo. El 29, este domingo, figurará en los libros del fútbol como la jornada en la que Piqué habló claro y toda una ciudad se echó a la calle para honrar la gesta de sus ídolos, que no se cansan de conquistar títulos. Este apetito voraz del equipo se ha contagiado en la afición, que cada año se supera. Ni el calor sofocante impidió que 850.000 personas tomaran las principales calles de la capital catalana para disfrutar y compartir con sus jugadores una ‘Champions’ que ha situado al Barça entre los más grandes. Las urgencias históricas han desaparecido del imaginario colectivo del barcelonismo y el aficionado azulgrana goza como nunca con su equipo.
El Barça aterrizó en el aeropuerto del Prat sobre las 16.30 horas, y en ese momento se montó en un autobús descapotable que le llevó por las principales calles de la ciudad hasta el Camp Nou, donde terminó la fiesta. Cientos de miles de personas acompañaron a los campeones en todo momento en una fiesta que no tuvo la explosividad de la del triplete de 2009, ni la afluencia, pero en la que todo el mundo se dejó la voz, incluso el ‘speaker’ del Camp Nou, que arrastró una fuerte afonía.
Los jugadores del Barça se dejaron ver por toda la capital catalana luciendo una camiseta que decía: “El fútbol te devuelve lo que le das”. Ellos, ajenos a tanta trascendencia, bebían, saltaban, volvían a beber, saludaban, se hacían fotos, se bañaban con cerveza y se entregaban a los suyos. Les acompañaba la ‘orejona’ en el autobús -esta no cayó al suelo porque iba bien sujeta- y durante más de tres horas trataron de devolver a los suyos lo que ellos entienden que les dan todos los domingos.
Los momentos más emotivos, como siempre, se vivieron cuando el autobús paraba para que todos cantaran el himno. El de siempre y el nuevo. Éste dice: “¿Por qué, por qué, por qué, por qué ?”. Hay otros cánticos ya clásicos y que por supuesto no faltaron ni en el Camp Nou ni a lo largo de la rúa. “Madrid, cabrón, saluda al campeón!”, “Ole, le, ola, la, ser del Barça és el millor que hi ha!”, o las reverencias a los jugadores.
Prisa por ver a Shakira
El momento más esperado del día, en cualquier caso, era el de los parlamentos, ya que había un gran interés por saber qué dirían los futbolistas. Durante la celebración de la Liga prometieron que hablarían largo y tendido si ganaban la ‘Champions’. Solo lo hizo con contundencia Piqué, pensando en el eterno rival. Y es que un sentimiento de rabia e indignación hacia el Madrid y sus prácticas en ocasiones antideportivas recorre al barcelonismo. “Hay un amigo que me dijo una frase y me pidió que la dijera: Ni nos drogamos, ni nos tiramos, ni compramos a los árbitros. Solo jugamos a fútbol”, exclamó el central catalán.
Valdés volvió a morderse la lengua: “Os debíamos una desde el año pasado y aquí la tenéis. Desde Wembley para todos vosotros”, afirmó. Messi tampoco dijo mucho. Más bien nada a pesar de la expectación creada: “Prometí que iba a hablar y aquí estoy. No tengo nada que decirles. Que disfruten de esto”. Sin duda, los genios hablan en el campo. Como Iniesta o Xavi. “A mí se me acaban ya las palabras. Este equipo es cojonudo”, señaló el de Terrassa.
“Gracias por lo que habéis aguantado y por estar al lado del equipo. Lo más grande es ser culé y estoy muy orgulloso de ello”, añadió el de Fuentealbilla. Guardiola remató la fiesta: “Gracias por el apoyo de todo el año, por estas Copas y la Supercopa. Han sido tres años inolvidables”, concluyó.
El caso es que los jugadores tenían prisa por acabar con los festejos, ya que por la noche estaban invitados al concierto de Shakira, novia de Piqué, y en el que se preveían emociones fuertes.
No en vano, la cantante colombiana escribió en su twitter que esperaba que los jugadores subieran al escenario para cantar con ella el ‘Waka waka’. Colofón único para un año de triunfos.