Los productores de pepinos pagan los platos rotos de un Gobierno ‘apestado’ en Europa
España vuelve a sufrir las consecuencias de tener un Gobierno sin ningún crédito ni prestigio internacionales. Era más fácil culpar a España de ser el foco del brote de E.coli que a cualquier otro país. Los productores de pepinos han sido en esta ocasión los encargados de pagar los ‘platos rotos’ de un Gobierno en bancarrota. Zapatero es ya una insoportable rémora para cualquier español decente. Su inutilidad y pulsión al gafe nos hace concebir serias dudas de que España pueda sobrevivirlo siquiera ocho meses. Es imperio que los españoles de cualquier condición conviertan la marcha de los socialistas en una cuestión de supervivencia nacional. El Campo de Gibraltar ha sido el último escenario propiciatorio del cenizo de Zapatero. Su llegada al poder, con la estación de Atocha aun humeante, se convirtió en toda una declaración premonitoria de intenciones. Sería difícil encontrar en los anales de la historia europea un dirigente más torvo, ruin e incompetente. Cosa que toca, cosa que destruye. Su presencia al frente de la principal instancia del país es ya sinónimo de destrucción, miseria y ruina. ¿Qué será lo siguiente que suframos? Toquen madera.
Mala gestión de la crisis
Miguel Cazorla, productor y exportador de frutas y hortalizas, se ha mostrado muy enfadado por la gestión de la crisis y por la irresponsabilidad con que Alemania ha tratado la crisis causada por la epidemia de E.coli. La ministra de Sanidad de Hamburgo, la misma que atribuía a los pepinos españoles el brote de E.coli, ha dicho esta misma mañana que los pepinos españoles no tienen nada que ver con el origen de la epidemia. Cazorla ha afirmado que “esta señora lo que tiene es muy poquísima vergüenza”, que ha demostrado “ser una irresponsable como política” y que ha causado un “daño irreparable” a nuestra economía. “Lamento enormemente los muertos que ha habido y los afectados, pero lo ha generado la propia Alemania”, ha señalado. “Que laven sus trapos sucios y no contaminen a tanta gente que vive de la agricultura en Andalucía”, ha añadido indignado.
Según el empresario hortofrutícola el Gobierno ha actuado “muy tarde”. “Han actuado dejando pasar horas cruciales”, ha aseverado. “Hemos visto en cascada como se ha ido negando la entrada a nuestros productos y aún no hemos visto a Zapatero” decir nada al respecto, ha manifestado. La ministra Rosa Aguilar, que desde el jueves tiene conocimiento, “sí ha estado trabajando en el tema”, ha asegurado, pero “demasiado tarde”, porque se está esperando por los resultados de los análisis.
Miguel Cazorla ha contado a Nacho Villa que “hace un momento me llamaban llorando literalmente” los productores de fresas porque “se avecina una campaña malísima” y “estamos hablando de miles de puestos de trabajo”. Es un “drama social y económico”, todo “por una mala gestión alemana, con mucha maldad y mala intención”, ha asegurado.
PÉRDIDAS DE 200 MILLONES DE EUROS SEMANALES
- La alerta sanitaria ordenada por el Gobierno de Angela Merkel a causa de los pepinos contaminados causa unas pérdidas a España del orden de 200 millones de euros semanales, según fuentes del sector hortofrutícola. La irritación contra el modo de proceder del Gobierno alemán crece tanto en el Ejecutivo de Zapatero como entre los agricultores. El malestar es de tal calibre que el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, amenazó ayer con pedir a la Comisión una «indemnización» por los perjuicios.
Aunque el dirigente elevó la voz para expresar su indignación, el gesto se quedó en amago de protesta. No en vano, López Garrido adujo que antes de exigir cualquier tipo de reparación económica era necesario esperar a los resultados de la investigación que trata de averiguar el origen del foco infeccioso, que en Alemania se ha cobrado la vida de al menos catorce personas.
Según el director de la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), José María Pozancos, las pérdidas se acumulan «en cascada». En solo una semana, los agricultores han sentido el efecto de la alarma de «manera muy negativa». Representantes de las organizaciones agrarias Asaja, COAG, Cooperativas agrarias y Fepex, destacaron ayer que España es el primer exportador de pepinos, con 450 millones de kilos anuales.
A falta de la concreción de ayudas, los agricultores no paran de recibir apoyos políticos. La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, que se reunió con los exportadores, urgió a las autoridades alemanas a terminar la investigación sobre el origen del brote «cuanto antes». Aguilar informó de que el sector repartirá ayudas «con el respaldo del Ministerio», al tiempo que sostuvo que la Comisión Europea habrá de arbitrar «medidas adicionales» en auxilio de los agricultores. «Que no se pretenda distraer la atención para culpabilizar al sector productor español», remachó la ministra, quien subrayó que «quien tiene que responder es Alemania».
«El daño ya está hecho»
Por su parte, la consejera de Agricultura de Andalucía, Clara Aguilera, aseguró que el daño causado al sector hortofrutícola andaluz es «incalculable» e «irrecuperable», y advirtió de que se estudiará la petición de compensaciones ante la UE. Aguilera, quien ayer se reunió en Almería, principal zona de producción hortofrutícola andaluza, con representantes del sector y de las organizaciones agrarias, dijo que las disculpas del Gobierno alemán «llegan tarde» y «para nada sirven» porque «el daño ya está hecho». La consejera informó de que el resultado de los análisis realizados en un total de trece invernaderos almerienses, de los que salieron los lotes afectados, estarán disponibles el miércoles o el jueves.
«Cuando tengamos los resultados ya veremos quien paga los costes de esta situación», dijo Aguilera, quien se mostró «indignada» por la «irresponsabilidad» del Gobierno alemán, que debería haber «cortado inmediatamente» las acusaciones «precipitadas» vertidas por la senadora de Salud de la ciudad-estado de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, contra los pepinos españoles.
La consejera dijo que comprende que Alemania se enfrenta a una alerta sanitaria «grave» por unas infecciones que han provocado la muerte de varias personas, pero añadió que es «inaceptable» que se hayan realizado sin pruebas unas «especulaciones» que están haciendo un daño «muy grave» a la imagen de todo el sector hortofrutícola.
Por su parte, dos representantes de Asaja Málaga, el director de la oficina en Bruselas, Pedro Narro, y el técnico de Frutas y Hortalizas Benjamín Faulí acudieron ayer al Parlamento Europeo para pedirle que se posicione sobre la «deplorable» actuación de Alemania en este asunto, que según ellos ya afecta a todo el sector hortícola español.