Rubalcaba, abucheado por empleados públicos al bajarse de su ‘Falcon’ militar-electoral durante su visita a Sevilla
Aprovechando la humillación de los pepinos, Alfredo Pérez Rubalcaba viajó ayer a Almería y luego a Sevilla en un avión Falcon 900 de la Fuerza Aérea Española. La primera visita puede justificar el uso de un avión militar público pero en la capital andaluza iba a realizar tareas exclusivamente a cuestiones internas del partido y en clave electoral. Al bajar de la escalerilla del avión, el nuevo líder del PSOE se encontró con el abucheo de un grupo de empleados públicos en Sevilla que coreaban «ERE, ERE, ERE, Andalucía no te quiere».
El avión regresó vacío a la base de Torrejón de Ardoz desde Sevilla, ya que el vicepresidente del Gobierno volvió a Madrid en un AVE al final de la noche tras haber comparecido ante más de mil militantes socialistas para postularse como futuro candidato del partido a las elecciones generales de 2012.
El dirigente socialista explicó que había acudido a Andalucía, donde el PSOE ha sufrido un duro revés al perder por primera vez unas elecciones el pasado 22-M, porque «Andalucía es el partido más importante dentro del PSOE».
Rubalcaba cerró filas con el presidente andaluz, José Antonio Griñán, quién evitó pronunciarse a favor del vicepresidente durante su enfrentamiento con Carme Chacón. El candidato virtual del PSOE destacó que mantuvo una conversación con el responsable del PSOE andaluz horas antes del comité federal del pasado sábado en la que Griñán le expresó claramente su apoyo. Recuérdese que Griñán había parecido inclinarse por la figura de Carme Chacón.
Según ABC, Rubalcaba incluía una «comida en la Junta de Andalucía de Sevilla» a las 15 horas, pero ésta no pudo celebrarse según lo previsto, ya que el avión aterrizó en el aeropuerto de la capital a las 17:15 horas. Además, esta comida no constaba en la agenda del presidente Griñán que envía diariamente a los medios la Oficina del Portavoz. Posteriormente, el ministro del Interior tenía fijada una «reunión en la sede del PSOE», un claro acto de partido que a media tarde fue difundido como «un encuentro de trabajo en el Palacio de San Telmo tras la reunión que han mantenido previamente en Almería con representantes del sector hortofrutícola para abordar los efectos de la alerta sanitaria decretada en Alemania sobre los pepinos españoles». Griñán había viajado con él hasta Sevilla en el avión del Ejército, pero al ser fotografiados anunciaron una nueva reunión exacta a la de Almería en la sede institucional de la Junta en Sevilla, un acto que tampoco consta en la agenda del presidente ni en la del propio Rubalcaba.
Teniendo en cuenta los horarios previstos en su agenda, Rubalcaba tuvo tiempo de regresar a Madrid en el avión en su condición de vicepresidente y de viajar posteriormente a Sevilla en AVE con cargo al PSOE para su acto de partido. Sin embargo, colocó la reunión en Almería por la mañana el mismo día en el que ya tenía cerrada su cita con los militantes en Sevilla. Por cierto, Rubalcaba no visitó ninguna plantación almeriense.
Rubalcaba sigue así los pasos de José Luis Rodríguez Zapatero,que usó siempre los Falcon de la Fuerza Aérea Española para otros actos electorales del PSOE. A tres meses de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, Zapatero aterrizó en el aeropuerto de Ranón (Asturias), para participar en un acto preelectoral del PSOE en la localidad de Lugones.
Recuerda el diario ABC que “en junio de 2010 el Tribunal de Cuentas reclamó al Gobierno una regulación específica del uso de medios de transporte oficiales en las campañas electorales por parte de autoridades públicas, al considerar que esa normativa ayudaría a «despejar incertidumbres» como la que se generó en las elecciones europeas de 2009 por la utilización del avión militar Falcon, a disposición de Presidencia del Gobierno, para que Zapatero acudiera a mítines del PSOE.
Este Tribunal, en su informe sobre los comicios europeos, recuerda que la Ley Electoral considera únicamente gastos electorales los realizados por el partido, «sin que esté regulado el sistema de imputación de estos otros costes (uso de medios públicos usados por razones de seguridad para desplazamientos de las autoridades de las Administraciones Públicas en las campañas electorales), y en concreto en los casos en que los citados desplazamientos puedan coincidir, además, con otros actos institucionales ajenos al proceso electoral».