El presidente del PP de Cádiz pacta con el diablo
Casiano López Pacheco.- Por lo que se deduce de las palabras del presidente provincial del PP, elseñor Loaiza, parece que el propósito del partido de la gaviota rampante en la provincia de Cádiz es seguir el criterio de dejar gobernar a la lista más votada. Encomiable deseo por lo demás si siempre se hubiese respetado como un principio incuestionable, cosa que se ha comprobado fehacientemente que no ha sido así en demasiados lugares. En lo que afecta al municipio de Ubrique, como poco, da que pensar sobre el espinoso asunto. Por dos motivos: el primero, porque aúpa a la Alcaldía a los socialistas que regresarían a la primera línea de combate tras 8 largos años de oposición, con lo duro que está el banquillo , y curiosamente, con sólo 6 ediles- muy lejos de los 9 de la mayoría absoluta- quedándose con una precaria cifra que los obligaría a tratar de alcanzar pactos casi diarios con el resto de fuerzas y que requeriría un arduo despliegue de diplomacia, finezza y buenas maneras que pondría a prueba el talante del grupo socialista y sus verdaderas intenciones.
Y yo me pregunto ¿ por qué ahora sí es conveniente que gobierne el PSOE y hace tan solo 4 años no pudo ser teniendo en cuenta que entonces tuvieron mayor apoyo, 8 concejales , igualados a los que obtuvo el PA también? Comprendo que explicar dicha contradicción necesitaría enormes esfuerzos que ni siquiera el Sr. Loaiza estaría en condiciones de realizar.
El segundo motivo es que esta maniobra- de lo más lícito moralmente- condena al candidato ubriqueño proveniente de las filas del PA, irremediablemente a la oposición cuando ha sido capaz de romper el maleficio de la derecha en Ubrique, alcanzando la cifra histórica de 6 escaños y quedar a escasos 300 y pico votos de los socialistas.
A no ser que se trate de una jugada de un extraordinario alcance de las mentes preclaras del PP que no alcanzamos a vislumbrar en nuestra hiriente cortedad de miras, si el premio por superar tu propio techo electoral es éste, lo mismo hubiera dado que sacaran dos concejales. Al fin y a la postre, el resultado es el mismo: la imposibilidad de gobernar y el hecho de provocar un desaire total a los votantes que se ha decantado por dicha opción, que se sentirán frustrados y se lo pensarán la próxima vez.
Suponiendo que se consumara la hipótesis que barajamos e Isabel, el próximo sábado día 11 de junio fuese investida Alcaldesa- la primera, por cierto- la legislatura que se avecina se torna intrincada, complicada e incierta. Sin un pacto estable que apuntale a una de las dos fuerzas mayoritarias, el camino a recorrer se presenta llena de piedrecitas y obstáculos que podrían llegar a ser insalvables.
Ante tal tesitura, lo que demostraría la grandeza y la humildad de nuestra clase política local, sería llevar a cabo un reparto de responsabilidades entre todos los elegidos por deseo popular, sin excluir a nadie.
Sólo entonces veríamos con nitidez absoluta quién quiere trabajar por el pueblo y quién aspira a mirarse el ombligo durante 4 largos años que no podemos perder bajo ningún concepto.