El alcalde de Palma asiste a una concentración de protesta por el asesinato de una niña a manos de su madre y su padrastro
Jorge Skibinsky.- La Associació de Pares de Família Separats de Les Illes Balears (APFSIB) se concentró ayer en la Plaza de Cort de Palma de Mallorca para condenar la muerte de una niña de 8 años víctima de maltrato presuntamente a manos de su madre biológica y su padrastro. Alrededor de un millar millar de personas se sumaron a la protesta, entre ellas el propio alcalde de Palma, Mateo Isern, acompañado por miembros de la flamante Corporación Municipal.
Lamentablemente no es la primera vez que un asesinato de este calibre ocurre en Baleares. Por ese motivo, la APFSIB hizo un llamamiento a la Dirección General de Menores, el Defensor del Menor, la Fiscalía, los servicios de atención a la víctima y el mundo de la judicatura para que “consensúen nuevas leyes y métodos de actuación preventivos del maltrato infantil doméstico”.
En 2006, el caso de Miguel Ángel, un niño rumano adoptado que ingresó en coma en el hospital hacía saltar las alarmas sobre la falta de control y seguimiento en este tipo de adopciones. Su madre adoptiva fue condenada por los hechos y el niño, que ha quedado con un alto grado de invalidez e incapaz de mantenerse sin ayuda vive hoy con su padre. El año pasado se descubrió una maleta en Menorca con los restos de César, un niño gallego de 9 años que había sido ahogado en la bañera de su casa por su madre biológica. Y ahora esto. El año pasado murieron en España 21 niños a manos de alguno o ambos progenitores, una realidad que es sistemáticamente silenciada en los medios de comunicación y que no goza de la atención que merece.
“Como padres que somos resulta innegable que la muerte de una niña indefensa nos afecta profundamente y estamos convencidos de que hay que buscar la forma de poder prevenir hechos tan terribles. Proponemos por lo tanto que la administración tome cartas en el asunto utilizando todos los recursos disponibles a fin de que sucesos tan lamentables como éstos no vuelvan a repetirse”, señalaron los organizadores.
Durante el acto se guardó un minuto de silencio en recuerdo de la última víctima infantil de la violencia ejercida por algunas madres.