Con Franco éramos felices
La primera en la frente. Estimado señor Sandro Rosell, ¿en qué momento pasó usted de representar el acuerdo comercial de su club con una fundación, a ser el propagandista de una teocracia? Lo pregunto porque hay muchas maneras de justificar la contaminación de una camiseta deportiva con el logo de una dictadura, pero lo último es decir que en dicha dictadura se vive fantásticamente. La frase que usted soltó en el Àgora, “yo no sé si Qatar es una dictadura, yo sé que sus ciudadanos son muy felices”, sólo puede justificarse si se trata de un ataque de inconsciencia. Porque ni la ignorancia lo justifica.
¿O es de recibo que el presidente del Barça asegure no saber si el acuerdo comercial que firma lo hace con una dictadura o con Bambi? Pero además, ignorancia o inconsciencia, lo cierto es que sobre todo denota una gran desmemoria. O ¿no le suena la frase “yo no sé si Franco era una dictadura pero en tiempos de Franco se vivía muy bien”? Es cierto. Los hay que en las dictaduras viven muy bien, encantados de dominar los barrizales oscuros donde hacen lo que les da la gana, amparados por la impunidad. Los abusos en democracia son posibles, pero ilegales. Los abusos en dictadura forman parte del ADN del sistema. Y le recuerdo algo sensible, señor Rosell: el club que representa tuvo un presidente asesinado por los franquistas y se significó por ser un foco de resistencia contra la dictadura. ¿O tampoco tiene conocimiento de ello?
De manera, señor Rosell, que si usted no sabe si Qatar es o no una dictadura, me parece un irresponsable. Si lo sabe y lo niega, me parece un propagandista. Y si ni lo sabe ni quiere saberlo, me parece un insensible. Pero en cualquier caso, encuentro terrible que no le importe y nos asegure que se vive muy feliz. En los hoteles de superlujo para los occidentales que van a buscan dinero, sin duda reina la felicidad. Pero ¿son felices los miles de trabajadores extranjeros que no tienen ningún derecho?, ¿los homosexuales que tienen que esconderse como ratas para no ser perseguidos?, ¿las mujeres que quieren vivir en un sistema que nos las segregue ni las degrade? Ya no le hablo de las barbaridades que dice Yusuf al Qaradaui, fuente de inspiración del emirato; le hablo de realidades demoledores. Pero ¡qué importan, verdad! Me sentía triste por el acuerdo que liga el Barça a una dictadura. Pero ahora estoy aterrorizada, porque usted no está resignado con el acuerdo, ¡usted está encantado!
Otra pregunta para finalizar: ¿es cierto que la Fundación Qatar ha pedido explicaciones porque Piqué ha visitado el muro de las lamentaciones en un viaje turístico? Porque si lo fuera, se encenderían todas las alertas. Ya no se trataría de haber vendido la camiseta del Barça. ¡Ustedes habrían vendido su libertad! Claro que por ahí se empieza: primero se vende una camiseta, y después se vende el alma. Puro Goethe.
Y ESTA LOCA DE DONDE SALIO ……..