El color violeta de la homofobia
El ser humano es fóbico por naturaleza. De alguna manera todos poseemos cierta aversión a lo ajeno o desconocido. La lógica neutra o universal que predico se basa: En asumir integrante que indivisos, somos un desafuero mental absoluto, mientras que individualmente, suprema y letal infamia.
En la actualidad está muy de moda tachar de homófobos a quienes no predican de un determinado concepto o gusto. Sin duda una estupidez más de la raza. Hay que ser muy estúpido para tachar, siempre al ajeno de fóbico, siendo el ser humano suprema fobia. La Fobia es un determinado axioma personal intrínseco y relativo.
Quien esté libre de fobia que tire la primera piedra. Da igual para donde la tire, ya sea al sur, al norte, al negro, al blanco, al cristiano, al musulmán, al este o al oeste, siempre se le tachará de ser afecto a una determinada opción luego hostil a la contraria y por lo tanto sectarios o fóbicos.
Veamos, si es que queremos ver: Según la inapelable lógica universal toda fobia predispuesta en los demás se engendra mediante genética fobia propia. SIC. Cada ser humano ha de aceptar su función carnal propia como un hecho incuestionable, uniforme y conforme a raza humana.
Un ejemplo: en mi opinión, la homosexualidad es una interacción aleatoria inherente a la propia genética humana ni mejor ni peor que la heterosexualidad, bastión simbiótico de la raza humana.Luego, todos los eventos elitistas con los cuales se pretende demostrar un determinado orgullo, únicamente sirven para cuestionar lo incuestionable. Puesto, que todas las acusaciones a los demás, parten de la indolencia, de la insensata desfachatez de dividir a la sociedad en verdugo y víctimas, mediante la proclamación de un supuesto martirio en carne propia.
Por lo general los mayores homófobos son aquellos que siendo sociedad predican, élites. Aquellos que siendo humanidad predican, píos. Aquellos que siendo humanos predican razas. Aquellos que siendo muertes predican nirvanas.
Algunos alegan padecer o haber padecido discriminación por cuestión de sexo y no dejan de tener razón. Ahora bien, ¿Quién o quiénes no han sido discriminados alguna vez? -la raza humana en sí es discriminación, detención y derribo- el negro por el blanco, el amo sobre el criado, el rey sobre el lacayo, la justicia sobre el pueblo, el cristiano por el moro y viceversa, el de unas ideas por el de otras, el de una determinada lengua por el de otra, el de una cultura, uso, sexo, criterio, incluso gesto, por otros. Yo mismo posiblemente sea acosado por redactar lógica que no parte.
Pero es que aún hay más que ratifica lo por mi dicho. Hoy día, quién lo iba a decir, incluso el hombre es acosado, detenido y derribado por la propia mujer, muchas de las cuales, plenas de fobia hacía el sexo contrario, predican un feminismo radical.
En definitiva todos somos fobias, todos los sexos, y todas las memorias. Lo demás es supurante demagogia que el ser humano manifiesta por aquello de diferenciarse, siendo neta indeferencia absoluta.