Un científico da la vuelta a las teorías de Darwin al sostener que los animales proceden de los humanos
Un paleontólogo y antropólogo ruso está seguro de que el trabajo de Darwin comete un error: la evolución no habría sido de animales a humanos, sino al revés. Alexánder Belov afirma que los animales son los humanos evolucionados.
Según Belov, las especies primitivas tenían varias manos, lo que se puede comprobar leyendo los mitos y leyendas antiguos. Belov asegura que esas formas perfectas degeneraron convirtiéndose en otras primitivas.
El científico ruso cree que con el transcurrir de los años esas especies antropomórficas de varias extremidades se alteraron y cambiaron su hábitat terrestre evolucionando y convirtiéndose en insectos.
Como ejemplo, Belov sugiere analizar la vida de los insectos. Ellos representan la absoluta mayoría (95%) de todas las especies en el planeta y además saben crear y vivir en sociedades muy organizadas, de manera que se podría decir que forman ‘estados’ divididos en castas y en los que cada casta ejerce sus funciones.
Mientras tanto los seres humanos no tienen una organización tan perfecta. Es decir que “durante la degradación, los cuerpos de nuestros antepasados se transformaron en los cuerpos de animales que se adaptaron a nuevas condiciones de vida”, dice el antropólogo, que también asegura que los yeti son otro ejemplo de la degradación de nuestra especie.
El científico afirma que el ser humano es una especie joven en comparación con las demás y dentro de algún tiempo nosotros también nos pondremos a cuatro patas para dejar nuestro lugar a otras especies.
no si a cuatro patas ya nos ponemos XD
Lo que me faltaba por leer. ¿Este iluminado no será del PSOEZ?
o sea q yo, x muy lerdo q sea, al correr del tiempo voy a involucionar a un insecto ??? venga vá
Pues yo en los últimos años, viendo lo que votan algunos españoles, y como se comportan algunos especímenes llamados humanos, mas de una vez lo he pensado.
Si alguien puede ayudarme, me gustaría saber que suele fumar el señor Alexánder Belov.