España está entre los países de la OCDE con una mayor desigualdad social
España está entre los países de la OCDE con mayor nivel de desigualdad salarial, según la Organización Internacional de Trabajo (OIT): el 10% de los asalariados que más ganan multiplican por 4,1 el salario medio del 10% de los trabajadores que ganan menos. Estas medias no recogen además “los picos”, los salarios de la banca o de grandes firmas del Ibex que han llevado al ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, a tildar de “obscenos” sueldos que superan “quinientas o mil veces” los de los empleados de base y a reclamar para ellos tipos fiscales “especialmente aumentados”.
El índice de desigualdad de España (4,1) es sólo mayor entre los países desarrollados en EE.UU. (4,9), Reino Unido (7,2), Nueva Zelanda (4,6), Corea (4,7) e Israel (11,2). Pero esta desigualdad no se debe a que los salarios altos sean muy superiores a los de otros países (“estamos en la zona media en Europa en retribuciones a directivos”, dice Rafael Barrilero, de la consultora Mercer) sino a que “los salarios españoles están entre los más bajos de Europa” señalan Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la UPF, y Marta Tur, directora técnica del Observatorio Social de España en su estudio Salarios y beneficios empresariales en España.
Según la “Encuesta de Estructura Salarial” del Instituo Nacional de Estadística (INE) la ganancia media por trabajador en el 2009 fue de 22.511 euros al año. Pero el sueldo mediano (el que divide a los trabajadores al 50% entre los que cobran más y menos) es de 18.817 euros. Y el sueldo más frecuente es aún menor y se sitúa en 15.500 euros al año: trabajadores mileuristas en su salario neto y con dos pagas extras. Según el INE el 34% de los trabajadores cobran entre 1 y 2 veces el salario mínimo interprofesional (SMI), mientras que otro 10% cobra menos que el SMI.
Marta Tur recuerda que las cifras del INE corresponden a los trabajadores “y si incluimos a los parados los ingresos medios serían mucho menores”. Los bajos salarios, dice, se ven facilitados porque España tiene el SMI más bajo de Europa, junto con Grecia y Portugal: es menos de la mitad que Francia, Bélgica, Holanda o Reino Unido. “Cuando nos dicen que hay que bajar el SMI para crear empleo no explican por qué los tres países que lo tenemos más bajo somos los que tenemos más paro. Ni por qué quienes lo tienen más alto y con menor desigualdad salarial, como los nórdicos o Alemania son también los más productivos”. Los ejecutivos españoles, sin embargo, sí están a nivel europeo. O en algunos casos un poco por encima: un estudio de la consultora Hay Group sobre directivos de empresas de más de 1.000 trabajadores señaló que los españoles ganan más que los de EE.UU, Francia, Japón y Reino Unido en todos los puestos excepto en el de director comercial, donde ganan más americanos e ingleses.
Para el conjunto de las empresas, los sueldos de los directivos españoles están en la media europea, pero su poder adquisitivo es más alto. “En España los sueldos altos pagan menos impuestos que en el norte o centro de Europa y además aquí la vida es menos cara”, señala César Castel, director de Adecco Professional. Los ejecutivos, además, han superado en sus salarios lo peor de la crisis. “Los directivos vuelven a tener poder de negociación, pero ahora las empresas imponen que el 30% o el 40% de su retribución sea variable y ligada al negocio”, asegura. Barrilero, de Mercer, explica que hoy la clave del salario de los ejecutivos es ligarlo a los resultados a medio plazo. “Debe ser sostenible: si la firma va bien los accionistas y el conjunto de la sociedad verán adecuado que el directivo mejore su sueldo”.