El doble atentado que golpeó Noruega el viernes pilló desapercibido al Estado escandinavo. Nadie pudo imaginar que en un país paradigma de la tranquilidad ya la seguridad haya sido escenario de una masacre que se cobró la vida de decenas de personas.

El periodista e investigador independiente Keith Harmon Snow busca las raíces de la tragedia en las causas internas: “Cuando en el país existe una cultura de guerra y la sociedad participa en el fomento y la producción de guerra, es muy probable que algún individuo perpetre tales acciones, tal como ya ha pasado muchas veces en EE. UU. y Gran Bretaña. Porque se pueden comprar armas fácilmente y cometer esta violencia. Probablemente todo fue realizado por una sola persona loca”.

Sin embargo, los investigadores creen que no se trata de una persona desequilibrada, ya que todos sus hechos fueron bien planeados. Algunos vinculan al atacante con la ultraderecha del país, y otros, con los grupos islamistas.

El asesor del Congreso de EE. UU. Walid Phares analiza: “En Noruega aparecieron grupos de la Yihad formados localmente que peleaban políticamente contra el Gobierno. Yo lo pondría en el marco de la lucha entre los movimientos de la Yihad dentro de Noruega y el Gobierno. Y esto es una dura advertencia de los islamistas al Ejecutivo. Todo dependerá de si la sociedad noruega es consciente de que es una amenaza fundamentalista y no un hecho aislado que se puede resolver con una sola investigación policial”.

Después del atentado en la capital, algunos medios recordaron las amenazas del líder libio Muammar Gaddafi, que había prometido vengar los bombardeos de las fuerzas de la Alianza. Además, Noruega es miembro de la operación en Afganistán, donde las tropas internacionales luchan con los talibanes y Al Qaeda.

El embajador de Noruega ante Rusia, Knut Hauge, indicó: “No creo que sea una sorpresa si se descubre que fue obra de Al Qaeda. Noruega y otros países que estaban involucrados en el asunto de las caricaturas sobre el profeta Mahoma, estuvieron en el punto de mira de Al Qaeda y sus aliados durante varios años”.

Sea cual sea el motivo del violento ataque, los noruegos viven sus días más negros. Muchos ciudadanos de la nación, que siempre ha estado orgullosa de su alto nivel de seguridad, se ven obligados a pedir ayuda de los psicólogos. La embajada noruega en España agradece al pueblo español su respaldo durante estos días que son muy difíciles para la nación nórdica. “Es una tragedia de tal escala que no sufrimos desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial”, subraya.

Mientras los especialistas investigan los pormenores de la tragedia en Noruega, multitud de gente de diferentes países entiende que, para los familiares de los perecidos, ya no cambiará nada y acuden a las embajadas de este país nórdico para expresar sus condolencias.