Pakistán y la Jihad en China
Rubén Kaplan.- La región autónoma de la etnia minoritaria islámica uigur de Xinjiang, situada en el noroeste de China, conocida en forma abreviada como Xin y llamada Xiyu en tiempos antiguos, situada en el noroeste de China, es la de mayor extensión de las provincias y regiones autónomas del país, en virtud que posee una superficie de 1,66 millones de kilómetros cuadrados, es decir, un sexto del total nacional. También tiene las líneas fronterizas más largas (5.600 kilómetros), colindando al nordeste con Mongolia, al oeste con Rusia, Kazajstán, Kirguistán y Tajikistán y al suroeste con Afganistán, India y Pakistán.
En éste último país vecino, según las autoridades chinas, fueron entrenados los terroristas musulmanes que asesinaron a seis civiles en la ciudad de Kashgar en la región occidental de Xinjiang el domingo pasado. El gobierno local dijo que “terroristas armados” irrumpieron en un restaurante, asesinando a dos comensales y luego apuñalaron fatalmente a otras cuatro personas que se encontraban en el exterior del mismo. Los policías que respondieron el ataque mataron a cinco de los agresores. El atentado fue parte de un fin de semana de violencia que dejó un saldo de 18 muertos. Kashgar, una ciudad legendaria al borde del desierto de Taklamakán, con más de dos mil años de historia que ha dado cobijo a pueblos de toda raza, lengua y religión, se constituyó en otro escenario de la violencia islámica. El gobierno de Kashgar, dijo a la agencia de noticias DPA que sospechosos capturados después del ataque al restaurante habían admitido que sus líderes se habían unido al separatista Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (ETIM), que es el grupo más peligroso y violento entre los separatistas islámicos, y éstos instruyeron a los rebeldes en el manejo de explosivos y armas de fuego. También, de acuerdo al comunicado oficial emitido, los atacantes reivindicaron la ideología religiosa extremista y abogaron por la Jihad.
Cabe recordar que hace dos años murieron alrededor de 200 personas en serios enfrentamientos en la región. Hace dos semanas, la policía mató a 14 “rebeldes” que habían irrumpido en una dependencia policial en Hotan y matado a cuatro personas.
Al igual que Rusia -quien por pragmatismo o por inescrupulosidad, no obstante haber sufrido desde hace más de una década una gran cantidad de cruentos atentados por parte de fundamentalistas islámicos, el Kremlin construyó a la República Islámica de Irán- uno de los países que más financia y arma a grupos terroristas como Hezbollah y Hamas en agosto de 2010 la primera central nuclear en la ciudad portuaria de Bushehr- la República Popular China, ha acordado con Pakistán grandes cantidades de ayuda a largo plazo, así como cooperación militar y económica. Pakistán, que ha apuntado hacia Beijing como aliado natural del país, anunció recientemente, en medio de tensas relaciones con Estados Unidos, la cada vez más estrecha relación y eficaces lazos defensivos establecidos con China durante el último decenio, que le permitirá a Islamabad a “llenar el vacío” que surge de la reducción de la ayuda militar de Estados Unidos, recortada en 800 millones de dólares, como medida punitiva por los lazos del país islámico con Al Qaeda y la expulsión en Pakistán de más de 120 entrenadores norteamericanos.
Durante la última década, Pakistán comenzó a producir conjuntamente el avión de combate JF-17 Thunder con China. La fuerza aérea de Pakistán (FAP) planea eventualmente introducir hasta 250 de los aviones de combate JF-17, el mayor despliegue de cualquier avión en su historia. En el mes de julio pasado, CBSNEWS, publicó que este año, el Gobierno pakistaní anunció también públicamente su aprobación para que la Marina de Pakistán iniciara negociaciones con China para la compra de hasta seis nuevos submarinos, en un movimiento que en caso de concretarse, se convertirá en el mayor pedido de hardware encargado por la Armada.
El 1 de agosto, Arash Kabul, un reportero en Afganistán que escribe para el Institute for War & Peace Reporting, una organización sin fines de lucro que entrena a periodistas en zona de conflicto, publicó que padres afganos que han enviado a sus hijos a las escuelas de Pakistán afirman estar cada vez alarmados por el tipo de educación que reciben sus hijos. En lugar de servir como centros de aprendizaje, muchos temen que estas escuelas y madrasas están diseñadas principalmente para convertirse en una fuente interminable de terroristas suicidas.
La conciencia pública sobre el tema ha crecido desde que las estaciones de televisión afganas comenzaron a transmitir programas de los estudiantes que describen cómo los profesores en Pakistán los preparan para vestir chalecos cargados de explosivos y detonarlos una vez que se acercaban los vehículos pertenecientes a las tropas internacionales y afganas. Un padre en la provincia de Kapisa, quien pidió que su nombre no se suministrase porque estaba preocupado por su seguridad, describe el cambio dramático que su hijo de 18 años había sufrido después de un año en una escuela en Pakistán. “Mi hijo se opone vehementemente al Gobierno. Dice que los ataques suicidas son considerados una forma superior de martirio y coraje en el Islam, y que los musulmanes deben librar una Jihad contra los judíos y sus amigos”. “También me contó que él y los demás estudiantes vieron imágenes de estadounidenses y británicos siendo decapitados”. “No voy a permitir que mi hijo vuelva a estudiar en Pakistán una vez más, porque sé que lo pierdo”, dijo el padre.
El régimen comunista chino, que hace habituables negocios con naciones musulmanas como Pakistán, debe tener claro que el Islam radical, por su naturaleza intrínseca, no es su amigo y va a intentar dominarlo y/o atacarlo al igual que a otros países, aunque sea ateo y no religioso, porque también lo considera infiel.
Uff, menudos son los Chinos, como vean que los musulmanes quieran comerles terreno y declararles la yihad
Los chinos no se andan con gilipolleces
Esos musulmanes durarían menos de lo que duró el ejercito Iraqí contra EE.UU en 1991
Yo creo que los Chinos aplastarían al Islam en unos días
Ni la remota China comunista está salvo del avance del islam