La falta de credibilidad y la gestión del Gobierno son un claro freno a la salida de la crisis
D.E.- La economía española no se encuentra en el disparadero de los mercados porque tenga los mayores niveles de deuda o porque esté incumpliendo el objetivo de estabilidad que exige Bruselas. La deuda del conjunto de las Administraciones ascendía en el primer trimestre de 2011 al 63,6% del PIB, una cifra inferior a la de Italia, Grecia o Portugal, que también se encuentran en el peligroso club de los países periféricos.
Además, el objetivo de estabilidad presupuestaria sí se está cumpliendo: España redujo su déficit del 11,2% en 2009 al 9,2% en 2010. Pero entonces, ¿por qué están acosando los inversores a la deuda nacional a pesar de que parece que se están haciendo algunos deberes?
1. España se enfrenta a un problema de credibilidad. El Gobierno de Zapatero no ha sabido vender las reformas que ha impulsado para modernizar la economía. Pero el mayor problema es que las iniciativas que se han puesto en marcha son insuficientes. Gabriel Calzada, presidente del Instituto Juan de Mariana, alerta de que “los inversores huyen del bono español porque no creen que la situación de nuestro país sea sostenible”. “El mercado ha sido muy generoso. Nos ha dado más de tres años para realizar reformas económicas que liberalizaran y dinamizaran nuestra economía. Han sido tres años tirados por la ventana en los que el Gobierno ha tomado el pelo a los prestamistas”, concluye.
[foto de la noticia]
2. El adelanto electoral dejará parado el país hasta comienzos de 2012. En una crisis como la actual, es inasumible los tiempos políticos que se están manejado. El Gobierno anunciará a mediados de agosto –exactamente, el día 19 de agosto, en plena visita del Papa a Madrid– un decreto con una reforma impositiva. Pero será el último coletazo de un Ejecutivo agotado.
Fuentes ministeriales alertan de que la actividad legislativa se encuentra paralizada, algo que se agravará durante la precampaña y la campaña electoral. Para empezar a atajar los problemas, habrá que esperar a comienzos de 2012, cuando el nuevo Consejo de Ministros empiece a estar plenamente operativo. Para colmo, los Presupuestos de 2011 serán prorrogados, en un momento en el que no es asumible ningún desvío en las cuentas públicas.
3. Los ingresos fiscales siguen bajo mínimos por la recaída de la actividad. Salvador Ruiz Gallud, socio de Equipo Económico y ex director general de la Agencia Tributaria, cree que el sistema tributario español no genera expectativas positivas. Más allá del lanzamiento de globos sonda, las ventajas fiscales que se han aprobado en los últimos meses sólo favorecen a las empresas con beneficios, una situación que no es demasiado habitual en estos momentos.
Además, el Ejecutivo ha optado en los últimos años por elevar la presión fiscal a los trabajadores, por medio del IRPF, del IVA y de los Impuestos Especiales, iniciativas que no han permitido que el PIB se despegue del crecimiento cero, lo único que lograría devolver definitivamente la confianza al sector público. Para muestra los datos de recaudación: los Impuestos Especiales y Sociedades siguen retrocediendo.
4. El endeudamiento público y privado equivale a cerca del 200% del PIB. Aunque es cierto que los niveles de deuda pública son más reducidos que en otros países con costes de financiación de las administraciones más asequibles, lo cierto es que la suma del endeudamiento del sector público y privado equivale a cerca del 200% del PIB, lo que obligará a impulsar un desapalancamiento de la economía española sin precedentes, como ya han alertado entidades como el Banco Santander y BBVA. El grifo del crédito seguirá cerrado previsiblemente durante dos años más.
5. El gasto público sigue creciendo a pesar de las medidas de austeridad. Los pagos que dependen directamente del Gobierno central, pese al ajuste en el sueldo de los funcionarios, siguen aumentando. Si se analizan al detalle las cuentas del Estado se puede observar que los gastos de personal y los gastos corrientes (excluyendo los pagos de ejercicios cerrados que ya están contabilizados en las estadísticas de los últimos años) no dejan de avanzar en plena época de recortes. El alza de la prima de riesgo también pasará factura a la estabilidad presupuestaria.
6. El Ejecutivo tampoco consigue meter en vereda a las Administraciones Públicas. Tampoco ayuda a calmar a los inversores que las CCAA sigan aumentando sus gastos, a pesar de que muchas de ellas, como Castilla-La Mancha, atraviesan una situación financiera extrema.
Pagando 926.000 euros al día desde el año 1 d.C.
Ofrecidas en perspectiva, las magnitudes de deuda española son sorprendentes. Por ejemplo: para cubrir todo el endeundamiento público español, que asciende a 679.779 millones de euros, una persona debería haber pagado 926.000 euros al día desde el nacimiento de Cristo, fecha que marca el inicio del calendario occidental, hasta el día de hoy.
Gasolina ‘ad eternum’
Para pagar las letras y bonos que España plantea emitir en todo 2011 (43.626 millones de euros, si no incluyen los posibles préstamos a Grecia), una familia española tendría que gastar su presupuesto anual medio en gasolina (900 euros) durante 50 millones de años. Si se utiliza este mismo período para viajar atrás en el tiempo, la Tierra presenciaba entonces cómo se fundía el hielo de la Antártida.
De Pamplona a Vitoria
Si se alinease en billetes de 100 euros (cada uno mide 147 milímetros de largo), la longitud física de la deuda española contraída en 2010 (62.100 millones de euros) sería de 91 kilómetros. Es decir, la distancia aproximada entre Pamplona y Vitoria. Si la senda se construyese con billetes de 50, de menor longitud, el trayecto abarcaría más de 170 kilómetros, lo que separa Madrid de Cuenca.