Así gestionan y meten la mano los socialistas andaluces: El saqueo de Burguillos (I)
Pedro de Tena/Del libro “La tela de araña”.- A los ya les duelen los oídos de escuchar a los oligarcas de este PSOE sin destino ni norte proclamar su amor por lo público, no es preciso darles ningún dato de realidad. Los conocen de sobras. Pero a los que aún creen en su propaganda, única materia en la que el PSOE saca un notable alto, sí es conveniente que enfrenten sus creencias a los hechos. Seguramente habrá alguna excepción que confirme la regla, pero el resultado de la gestión socialista en los municipios donde han tenido el gobierno, es un desastre. Se habla de lo que el PSOE ha dejado en el ex “cinturón rojo” de Madrid, pero no es un caso aislado.
En Andalucía, único feudo emblemático que le queda a este PSOE descompuesto, su gestión municipal ha sido no sólo ya tenebrosa en lo económico sino que, en muchos casos, ha sido ilegal. El caso de Burguillos puede ser convertido en un paradigma sugerente para explicar cómo su supuesto “amor por lo público”, no es un “amor al público”, sino “amor al dinero público” con el que se hacen desde la impunidad(casi siempre) del poder político las más oscuras operaciones en beneficio del PSOE y/o sus amigos.
Cuando el periodista Eduardo Barba comenzó a desvelar en 2006 el saqueo de Burguillos por parte de su ex alcalde socialista y su equipo de gobierno, el PSOE de Sevilla hizo una campaña contra él y difundió panfletos con lemas como este: «Conocemos a los ricos y conocemos a los pobres. Sabemos quién mató a quién y quién robó a quién, y hemos de superar el largo periodo dictatorial». Burguillos estaba gobernada por la mayoría total de la izquierdas, con 8 concejales del PSOE y 3 de IU.
No se quedó ahí este PSOE sevillano acostumbrado a callarlo todo, a taparlo todo, a ocultarlo todo para no perjudicar “al partido”, nueva representación de Dios en la tierra. Cuidado, que fuera del PSOE hace frío proclamaban sus gerifaltes con las manos llenas de dinero público andaluz, esto es, dinero del público andaluz. Los dirigentes del PSOE de Sevilla, los de los ERE, los de las facturas falsas del Ayuntamiento de Sevilla y otros desaguisados, mostraron un apoyo «incondicional, tajante y unánime» a su alcalde definía la gestión de su grupo de gobierno como «transparente e impecable en materia de desarrollo urbanístico» pues suponía para la localidad «un logro jamás soñado».
Para los socialistas, contaba ABC, “gracias al modelo de ciudad que nuestro alcalde está construyendo, nuestros hijos tendrán acceso a buenos colegios e instalaciones deportivas, donde todos, ricos y pobres, puedan formarse en igualdad». Es más, los socialistas mantenían entonces que Burguillos era «el pueblo más admirado de la provincia», porque «el beneficio de la comunidad, la igualdad y el progreso son el motor que nos impulsa a seguir trabajando cada día más; ese es el espíritu que nos mueve y esa es la voz del pueblo”.
Cinco años después se supo que tan ejemplar gobierno socialista del Ayuntamiento de Burguillos había pedido su disolución ante su ruina económica y la incapacidad de prestar los servicios básicos a los ciudadanos.
Las cuentas, nunca desmentidas, eran las siguientes:
La deuda acumulada por el Ayuntamiento (11 millones) y su sociedad municipal (26 millones) ascendía a 37 millones de euros, pero el presupuesto municipal sólo contaba con 3,6 millones anuales de los que 3 millones se dedican a gastos de personal contratado habitualmente entre miembros de la parroquia socialista. Ya va por 46 millones de euros y seguirá creciendo exponencialmente. Los gastos del municipio, 2 millones de euros anuales, superaban ampliamente los 600.000 euros que quedaban en la caja municipal tras pagar al personal. El importe de la deuda por obligaciones fiscales y tributarias en julio de 2010 ascendía a 2 millones de euros, incrementándose mensualmente en 66.000 euros si se suma la deuda con la Seguridad Social. Ya se deben 4 millones. Además, contó el PP, el Ayuntamiento debía 70.000 € a diversos restaurantes, 600.000 euros a Egmasa, entre otras deudas.
¿Qué había pasado en este pequeño pueblo sevillano de poco más de 6.000 habitantes? Había tenido lugar un saqueo, es decir, una apropiación de bienes ajenos por parte de un grupito que había gestionado de forma inmisericorde el capital social de un pueblo. Pongamos un primer ejemplo.
Venta de terrenos ajenos por 2,8 millones de euros, un dinero que quién sabe dónde está. La semana que viene lo contamos.