«La fiesta está a punto de empezar y esto no hay quien lo pare», advirtió ayer el director ejecutivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Yago de la Cierva. A menos de una semana para que den comienzo los actos del encuentro que reunirá al papa Benedicto XVI con los 456.680 jóvenes de 193 países que se han inscrito para el evento, la organización está ya lista para atender la avalancha de fieles, entre los que se repartirán siete toneladas de rosarios, fabricados en una empresa ecuatoriana.

Yago de la Cierva destacó la colaboración que han recibido tanto de entidades nacionales como internacionales para «este evento universal». La mayor parte del apoyo ha llegado de empresas españolas que han prestado su infraestructura, materiales para confeccionar las mochilas de los peregrinos o asegurar su manutención. Este es el caso de la Asociación de Mayoristas de Fruta del Mercado Central de Madrid que ha donado ocho toneladas de fruta, o los 120 sacos de 25 kilos de harina que ha ofrecido desinteresadamente una compañía soriana para confeccionar las hostias que serán repartidas durante las misas, donde podrían congregarse más de un millón de personas. «Para un evento de tanta dimensión, se necesita la ayuda de todos», enunció el director ejecutivo de la JMJ.

En el encuentro en el aeródromo de Cuatro Vientos, la organización ha previsto repartir comida entre los peregrinos inscritos, lo que supone cocinar «para 1.000 bodas con 400 invitados», según señaló el director de Manutención de la JMJ, Juan Carlos Jaureguízar. Todo este esfuerzo contará con el apoyo de 30.000 voluntarios, muchos de distintos países, y de los 15.000 mayores que cuentan carnés del ‘Club de abuelos’. Parte de estos voluntarios integran los 150 equipos que se ocuparán de los primeros auxilios.

Para encargarse de la catequesis y las celebraciones, la JMJ cuenta con una plantilla de 14.000 sacerdotes que concelebrarán la misa del papa y más de 800 obispos de todo el mundo que ofrecerán las sesiones de catequesis a los más jóvenes. Está previsto que 800 sacerdotes impartan el sacramento de la confesión en distintos idiomas, en los 200 confesionarios que están siendo instalados en el Paseo de Coches del Parque de El Retiro.

El momento culminante de la JMJ se vivirá con la llegada del papa a Madrid. El que será el tercer viaje de Benedicto XVI a España tendrá una duración de 79 horas. El pontífice estará en los grandes escenarios previstos para la ocasión, el eje Recoletos, la plaza de la Cibeles o el aeródromo de Cuatro Vientos. En la confección de los lienzos para las misas han sido utilizados 10 millones de metros de hilo. Pero la JMJ «no solo es un evento religioso, también es cultural», aseguró De la Cierva. Durante la próxima semana hay programados 300 actos culturales, entre ellos conciertos, exposiciones, rutas turísticas y sesiones de cine. El miércoles 17 en la calle Fuencarral se proyectarán películas durante toda la tarde.

Apoyo gubernamental

El director ejecutivo de la Jornada subrayó también el apoyo recibido desde los gobiernos central, autonómico y municipal y destacó que «estamos encantados de que muchos ministros y directores generales» quieran estar presentes, como ya lo han manifestado, en los actos que presidirá el pontífice. Según Yago de la Cierva, parte del éxito de la convocatoria está en la colaboración de los medios de comunicación que contribuyeron a difundir de manera altruista anuncios y cuñas publicitarias.

Además, el canal de la JMJ en Youtube ha recibido 1.200.000 visitas. El hecho es que la semana que viene la organización tendrá que atender a los 4.700 periodistas de todo el mundo que llegarán para cubrir el evento, para lo que tiene preparados dos centros internacionales de prensa, uno en el Palacio de Congresos y Exposiciones del paseo de la Castellana y otro en el aeródromo de Cuatro Vientos. Según destacó la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, la JMJ es un acontecimiento que convierte a España en una «ventana hacia el exterior».