Pese a la negra situación económica que atraviesa EEUU, Obama se va de vacaciones a un lujoso enclave de Massachusetts
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, partirá hoy de vacaciones estivales a Martha’s Vineyard, un lujoso enclave de Massachusetts, pese a los ataques de los republicanos, que le acusan de estar “desconectado” de la preocupación nacional por la crisis económica.
Obama, que antes de partir emitió un comunicado en el que exigía por primera vez la marcha del presidente sirio, Bachar El-Asad, y anunciaba nuevas sanciones contra ese régimen, comienza su descanso en un momento en que solo un 40% de la población aprueba su gestión y los pronósticos económicos alertan de una posible nueva recesión.
En declaraciones a la cadena televisiva CBS, el mandatario ha descartado que Estados Unidos esté en peligro de otra recesión, aunque ha reconocido que el país corre “el peligro de no tener una recuperación lo suficientemente rápida para responder a una crisis genuina de desempleo”.
Su viaje, el tercero que hace desde que asumió la presidencia en 2009, ha suscitado un amplio debate precisamente porque se produce en un momento, según la oposición, inoportuno: la tasa de desempleo se ubica en 9,1%, hay volatilidad en los mercados, y persisten los efectos de la reciente degradación de la deuda soberana de Estados Unidos.
Insatisfechos con la marcha del país
Una encuesta de la empresa Gallup divulgada hoy señala que solo el 11% de los estadounidenses está satisfecho con el rumbo actual del país, el porcentaje más bajo desde diciembre de 2008, y solo el 26% aprueba la gestión económica de Obama.
Para los críticos de Obama, queda el hecho de que el presidente se alojará, junto a su familia, en un lujoso complejo en Martha’s Vineyard, uno de los enclaves de reposo más exclusivos de los ricos y famosos del país, una mansión valorada en veinte millones de dólares.
Los republicanos ya habían tachado su gira entre lunes y miércoles por Minesota, Iowa e Illinois como un acto electoral carente de sustancia, y ahora han encontrado una nueva línea de ataque. Este viaje “es un ejemplo perfecto de un presidente desconectado” de la realidad, puesto que lleva “939 días como presidente y lo único que tenemos son discursos y ningún plan” para reactivar la economía, se ha quejado el Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés).
Mofas sobre su “buena vida”
El RNC ha divulgado por internet 18 postales en las que, aparte de pedir donaciones para las arcas de su partido, se mofan de la “buena vida” que lleva Obama mientras el resto de la población carga “con las consecuencias de sus fallidas políticas económicas”. Las postales, tituladas ‘Obama Getaway’ (Las vacaciones de Obama), muestran a un Obama en vestimenta casual, disfrutando de un helado, o practicando el golf y otros deportes predilectos. Dos de ellas lo muestran sin camisa en una playa.
Obama no es el primer mandatario en ser criticado por tomar vacaciones en medio de una crisis. Su antecesor, el republicano George W. Bush, fue constantemente criticado por haber pasado cerca de 500 días en su rancho en Crawford (Texas) durante sus ocho años en el poder. Allí se encontraba cuando recibió un informe de la CIA de que la red terrorista Al-Qaida planeaba lanzar ataques contra Estados Unidos, que ocurrieron un mes después.
Bush sufrió una fuerte baja de popularidad en 2005 tras el huracán ‘Katrina’ porque, en medio de la devastación de Nueva Orleans (Luisiana) y el resto de la zona del Golfo, no canceló sus vacaciones de entonces.
De todas maneras, Obama aprovechará su estancia en la isla para elaborar el discurso que presentará el mes próximo para el fomento de la creación de empleos y la reducción del déficit, dos temas que dominarán la contienda presidencial de 2012. Ante la racha de malas noticias que ha tenido este mes y lo que espera a su regreso a Washington -con un Congreso más dividido que nunca sobre la política fiscal-, un paréntesis fuera de Washington quizá sea lo más aconsejable.