Jorge Skibinsky.- Parece increíble pero es verdad. La ministra de Sanidad acaba de presentar la nueva campaña contra la violencia de género. Los gastos declarados se presentan en dos apartados y ascienden a “381.355,93 euros (IVA excluido), destinado a la creatividad, y 4.660.000,00 euros (IVA incluido) para la planificación de medios y una duración continuada y multifocal hasta el 15 de diciembre”. Más de 5 millones de euros! Espeluznante.

Soy plenamente conciente del tema de la violencia doméstica y lo tengo muy presente por haberla sufrido una persona muy allegada pero… ¿no se les ha ido la mano con el gasto? ¿Y la austeridad prometida en las cuentas del estado, donde está? Los políticos gobernantes deberían pregonar con el ejemplo y no me extraña su desprestigio cuando vemos lo que gastan a cuenta de nuestro dinero público.

Además, este tipo de campañas suelen ser inútiles en sus fines preventivos. De hecho, sólo impacta a los ya concienciados, que no necesitan esta carísima información, y no a los más vulnerables que siguen desprotegidos porque no les brinda ningún tipo de ayuda real. Baste decir, como ejemplo, que tan sólo 5 de las 40 mujeres muertas por este motivo en 2011 habían presentado denuncia violencia doméstica, y eso que llevamos muchos años de campañas similares. Al contrario, las muertes y agresiones domésticas contra las mujeres han aumentado año a año desde la aprobación de la ley 1/2004 de violencia contra la mujer ¿Que quiere decir? Que no han servido para nada.

Todo esta hecho con los pies. Ni se previene ni se arregla, y encima se gasta un dineral. Propongo un nuevo y amplio debate sobre la violencia doméstica en el que se replantee toda la costosa e inútil estrategia llevada a cabo hasta ahora en un foro multidisciplinar, lejos del oportunismo político y el despilfarro de recursos materiales, económicos y humanos, tan distante del cumplimiento de sus objetivos.

*Presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de las Islas Baleares.