Considero que la disposición transitoria cuarta de la Constitución Española es una traición al pueblo navarro y a España. En distintas y variadas ocasiones así lo he manifestado y en estos momentos de acuerdos electorales y de reforma de la Constitución es de vital importancia acordar la eliminación de la misma. Así lo solicité a UPN, PPN (PP) y PSOE el pasado 25 de agosto.

Tras la pasada ruptura, acabamos de conocer el nuevo pacto de UPN-PP para el reparto de puestos y escaños en el Congreso y Senado a cambio de que UPN permanezca -al igual que hoy- en el grupo mixto (a Dios gracias para este viaje algunos no llevábamos alforjas). Sin embargo, nada sabemos sobre el pronunciamiento y compromiso real del PP – PPN para la supresión de esta Transitoria y el Presidente del PPN Sr. Cervera –cuyo cargo está pendiente de resolución judicial- no se ha pronunciado al respecto.

Recordaré que la disposición transitoria cuarta dicta: 1. “En el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el artículo 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobada por mayoría de los votos válidos emitidos”.

Esta disposición es el desafío de una Espada de Damocles que en su filo lleva inscrito y grabado que Navarra puede ser Euskadi. Lleva más de 30 años y, a pesar de haber gobernado UPN-PP durante tantos años, todavía hoy está presente, amenazando y chantajeando a Navarra.

Es preciso saber qué va a hacer el PP ya que el propio don Jaime Ignacio del Burgo, uno de los autores más significados y fiel defensor de la Transitoria, en su libro “Por la senda de la Constitución” (Pág. 21) afirma cómo acordó con otros políticos (UCD, PSOE y PNV) “una fórmula transaccional consistente en admitir la posibilidad de que Navarra pudiera formar parte del Consejo General Vasco” confirmando, en la citada página, que “este pacto político se convirtió en la disposición transitoria cuarta de la Constitución”. Ante este hecho la euforia del nacionalismo vasco fue manifiesta al abrirse una puerta para que Navarra entrara en Euskadi. Puerta que sigue abierta en 2011.

Según la Real Academia de la Lengua Española transigir es “consentir, en parte, con lo que no se cree razonable o verdadero a fin de acabar con una diferencia”. En toda transacción las partes que negocian dan o prometen algo, hay concesiones recíprocas. Él brindó una puerta de entrada a Euskadi al consentir la posible vinculación legal y moral de Navarra y Navarra no recibió nada a cambio porque nada necesitaba adquirir. Navarra no necesitaba otra cosa más que mantener su identidad histórica, foral y española.

Y el colmo de la transacción “acordada” fue aceptar que esta disposición transitoria cuarta sirviera para incorporar Navarra a Euskadi por medio de “votaciones” de forma y manera que si, en alguna de ellas, se hubiese logrado la incorporación –objetivo de los nacionalistas- ya no era válido un referéndum para salir. Afortunadamente el Amejoramiento del Fuero prevé en la disposición adicional segunda la iniciativa de separación.

En ningún estatuto de autonomía de España, que emane de la Constitución, ni en otras Constituciones europeas o americana, figura una disposición que atente contra la identidad de un pueblo.

*Presidenta de Derecha Navarra y Española (DNE).